1° parte

2.2K 163 4
                                    

Reborn estaba maldiciendo su suerte y su gran boca. ¿Porque demonios tenía que actuar como si el pudiese conseguir hacer cualquier cosa? debería empezar a controlar su arrogancia. porque esta vez sí que estaba jodido. Y es que ¿dónde diablo iba a conseguir un maldito pastel marmolado rellenos con mouse de frutilla y con la forma de un poni? suspiro por vigésima vez en ese día. No podía darse el lujo de no llevar el encargo. No podría ser capaz de ver la tristeza y decepción en los ojos de su hermosa sobrina. Primero se mete un balazo en un pie. Mientras ingresaba a su departamento recordó como se había metido en ese lio.

Como cada fin de semana Reborn ingreso en la casa de sus padres, allí se reunía siempre a pasar tiempo de calidad con su familia. Esto se hizo aún más frecuente desde que su padre había fallecido hace dos años. No querían que su madre se sintiera sola, así que él y su hermana mayor se hacían presentes en lo posible los dos, si no podía alguno el otro no podría faltar. cuando llego a la casa en la que creció supo que su hermana Aria ya se encontraba allí, pues una pequeña de cabellos azulados prácticamente lo derribo cuando se lanzó a abrazarlo. Uni era su única sobrina y adoraba consentirla para verla con una gran sonrisa en el rostro. Con esfuerzo logro evitar terminar en el suelo, y con la niña en brazos fue hacia la sala de estar donde encontró a su madre y hermana. Las tres mujeres eran bastante similares entre sí en cambio Reborn había heredado los rasgos de su padre, especialmente la negrura de sus cabellos y ojos. Saludo a las dos mayores y se sentó en uno de los sillones con la linda muñequita de su sobrina en su regazo.
La conversación entre ellos iba y venía entre diferentes temas hasta que salió lo del cumpleaños de Uni.
- Vaya, vaya. ¿Así que mi muñequita está por cumplir sus 9 años he? ¿qué te gustaría que te regale princesita?
-Tío, verdad que tú puedes conseguir lo que yo quiera ¿verdad? - la mirada ilusionada de la niña era algo con lo que no podría luchar jamás.
-por supuesto que sí, nada es imposible ni muy difícil de encontrar si es para la princesa de la casa- y le dio un beso en la frente a la niña.
- Reborn yo que tú, no prometería nada, porque si es lo que pienso te vas a arrepentir-
- no te preocupes Aria, yo sé cómo arreglármelas, además aún queda un mes para la fiesta ¿no? tengo bastante tiempo-
- luego no digas que no te lo advertí. -
-y bien, que es lo que quiere mi linda princesa? -
-siiii, lo que quiero es un pastel con forma de una de las my little pony, tío. pero no que tengo unos muñequitos quiero que el pastel sea el poni. La masa quiero que sea marmolada y que tenga de relleno mouse de frutilla con trozos de chocolate nueces y almendras. Ah y también quisiera unos pastelitos más pequeños para repartirlo entre mis mejores amigas. Gracias tío. eres el mejor. Espera voy a buscar unas imágenes para que puedas cual es el personaje que quiero. - y la niña salió corriendo hacia su habitación llena de emoción. Cuando ya no se escuchaba la alegre vos de Uni, Aria se dirigió a su hermano
- cuantas veces tengo que decirte que no le hagas promesas sin antes saber bien que es lo que quiere? yo ya le había dicho que no era posible conseguir un pastel como ese.
- y como se supone que iba a saber yo que quería algo así? creí que lo que me pediría seria algún juego agotado en las tiendas o tal vez algún celular especial o quizás una computadora con diseños particulares. Jamás se me cruzo que me pediría algo como eso, es más ni siquiera sabía que se podían hacer pasteles con formas. Bien ya veré como hago. - y mientras suspiraba la niña ingreso con varias hojas en sus manos y se las acerco a su tío.
mira tío Reborn estas son las my little pony, las que quiero para el pastel es alguna de estas dos- y le marco con un lápiz dos ponis uno en tonalidades naranjas y amarillas y el otro iba de los tonos violetas a lilas.
- bien, me llevo las imágenes para poder tener referencia. Ya se está haciendo algo tarde. lo mejor será que regrese a casa. Tengo algunos pendientes. Supongo que ustedes pasaran la noche aquí ¿verdad? - le pregunto a Aria mientras se acercaba para saludarla con Uni en los brazos.
- sí, esta noche la pasaremos con mama. Buena suerte con el regalo. -
Reborn se acercó a su madre la beso y se retiró hacia su hogar.

De eso habían pasado ya tres días. Lo que Reborn no le había dicho a su hermana es que ni siquiera sabía dónde se podían hacer ese tipo de encargos pues los pasteles y postres dulces no eran de su agrado, los únicos que comía eran los que preparaban su madre y hermana y siempre en una cantidad mínima, por lo tanto, nunca se interesó en buscar ese tipo de negocios.
Ese mismo día en que su sobrina le pidió aquel regalo, apenas llego a su casa se puso a averiguar donde estaban las mejores pastelerías, o donde trabajaban los más reconocidos maestros pasteleros. Le sorprendió ver que había por lo menos 20 en la ciudad. así que había decidido visitar los lugares al salir de la oficina.

Formas DulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora