•°•°•°•°•°•°•°•°•

1K 121 26
                                    

El aula se encuentra en silencio y todos - profesor incluido-, miran embobados al único alumno en pie, que sostiene su cuaderno y lleva ya cinco minutos leyendo la redacción que les fue asignada hace tres días.

Tema principal: el amor.

Minghao hace una pausa breve emocionando a sus compañeros,
pero de repente coge aire y continúa leyendo para desgracia de todos.

-... el amor nos absorbe por completo. Nos anula nuestros sentidos y nos convierte en títeres de quién sea posea nuestro corazón enamorado. Es como una red; nos atrapa. Y la mayoría de ocasiones, lejos de existir una escapatoria, solo tienes la opción de enredarte más en ese cúmulo de sentimientos que te hacen perder la consciencia de tus actos. En ocasiones damos todo de nosotros a otra persona, por lo que nos convierte, también, en unos ilusos que piens-

- ¡Calla! -. Exclama alguien desde el fondo de la clase, haciendo que todos miren hacia esa dirección y por fin, tras diez minutos seguidos sin despegar la vista de Minghao, centren su atención en el castaño que ha gritado de la nada.

El profesor, en vez de regañar por la maleducada interrupción, pestañea un par de veces aún perdido en las palabras de su alumno.

Joder, si llega a saber que a sus 50 años pudiera, un alumno de dieciséis, convertir su percepción tan bonita del amor una completa mierda en unos minutos, nunca hubiera mandado aquel trabajo.

Eso sí, el chaval se llevaría un merecido sobresaliente.

Y bueno, ¿qué más daba que debatieran un poco sobre el tema? Le gustaba que participaran y dieran sus propias opiniones, así que no diría nada a esos dos. A lo mejor tenían algo que enseñar al resto de la clase y, porqué no, incluso a él mismo.

Curioso apoya sus codos en la mesa.
Era la primera vez que ve a Wen Junhui tan enfadado.

- ¿He dicho algo que te haya molestado? -. Pregunta el pelinegro ligeramente enfadado por ser interrumpido.

Jun frunce el ceño.

- ¡Todo lo que has dicho desde que has empezado me ha molestado! -. Exclama de nuevo, haciendo que el contrario alce una ceja. - Alguien que habla así del amor no lo ha sentido nunca y me niego de que sigas leyendo esa mier- porquería.

Minghao alza ambas cejas ahora, ofendido.

- ¿Y tú qué mierda sabes? -. Pregunta echando humos.

Mucho estaba durando su paciencia y eso que ese día no estaba para bromas de mal gusto.

- No hace falta ser un genio para verlo -. Responde de igual forma Jun, apoyando ambas manos en su mesa. Él y Minghao son los únicos en pie. Todos miran y escuchan su conversación interesados. - Y si lo has sentido, entonces lo que pasa es que te han hecho daño... pero aún así, es muy inmaduro tratar al amor como... ¡Como un sentimiento dañino!

Minghao aprieta ambos puños sin ser consciente. ¿Qué sabía él si había o no sufrido? ¿Y cómo le obligaba así como así a cambiar de opinión sobre algo de lo que lleva seguro toda su vida?

Señoras y señores, el amor en sí, para Minghao, nunca ha existido realmente.

A veces algo se le ha parecido,
pero como todas esas veces ha terminado roto a más no poder,
ha dejado de creer en él.

- ¿Acaso estás enamorado? -. Espeta, haciendo que Jun automáticamente se vuelva un tomate. - Es eso, ¿no? Pues perdona que te diga que tus sentimientos no valen absolutamente nada para esa persona e irán al montón de cosas a las que recurrir cuando me sienta solo o mejor aún, al de pasatiempos.

- E-eso... - Tartamudea el castaño, que de repente se siente pequeñísimo ante su compañero. Vulnerable a más no poder.

Su labio inferior tiembla,
pero el pelinegro está tan entusiasmado en decir hasta lo último que tiene en la punta de la lengua que no se percata de que está dándole una paliza emocional Jun delante de todos.

- Lo peor de todo es que seguro que por mucho que te utilice tú estarás ahí una y otra vez como un tonto. Pero eso es lo que nos hace el amor, ¿no? Nos idiotiza, nos...

- Minghao, ya es suficiente -. Dice firmemente el docente, y justo cuando Minghao gira sobre sí mismo para decir que solo estaban hablando y que había sido el otro quién había empezado, Jun sale de la clase a toda velocidad.

Hablemos De Amor [Junhao] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora