Pocky's Day's

[2018]

—Oye, ¿cuándo piensas decirle lo que sientes al andrógino? —comentó neutral su albino compañero, haciendo trazos suaves sobre una hoja de papel de su cuaderno—.

—No pienso preguntar cómo es que lo sabes, pero será mañana, y sé que no podrá resistirse jeje —rio de forma diabólica como siempre lo hacia—.

Tenía un perfecto plan para confesar su amor de una vez por todas, suficiente tiempo habia estado callando ese sentimiento.

Dos años habia sido su máximo.

—En el receso atacare a mi presa de una vez por todas —le comentó a la misma persona que lo habia ayudado a tomar esa decisión—.

—¿Delante de todos?

—Delante de todos —confirmó con su características seguridad—.

—Vas a matarlo...

—¿De amor? Lo sé jaja —de su bolso sacó un caja de pockys color rosa, obviamente habia comprado de fresa—.

En realidad se estaba muriendo de miedo por dentro, miedo de hacer notar sus nervios, asustar a Nagisa y que no le vuelva a hablar, se lo iba a lamentar si aquello pasaba.

Pero no era momento de arrepentirse y acobardarse se habia decidido, iba a hacerlo asi le cueste.

—Suerte —le susurró, habia notado sus nervios, mal Akabane, mal—.

Suspiro y caminó con paso firme, escondiendo la cajita en su espalda.

Notó que el asiento delante de su platónico estaba vacio, por lo que al llegar giro esa silla con su mano libre y se sentó, quedando cara a cara con él; Nagisa Shiota.

—Oh, hola Karma-kun —eso, eso exactamente lo tenía loco, su amabilidad— ¿Pasa algo? ¿Quieres un poco? —habia hecho pulpos de salchicha, era un amor—.