Historia de mis OC's

ℕ𝕒𝕖𝕣

 Cuando has visto tanta sangre desde pequeño ya te acostumbras y acabas fascinándote por ella. 

De familia noble fui sometido a torturas extremas a veces terminado casi muerto con el único objetivo de no ser débil. Mis padres me abandonaron a la corta edad de nueve años exiliándome del poder, pero eso no me detuvo para convertirme en un atractivo hombre que amaba torturar, mutilar, matar y experimentar para obtener nuevas formar de llevar a cabo esa acción.

 Bagué por las calles durante mucho tiempo hasta que un hombre rico de la inquisición me adoptó sin saber que yo era un Radok, ellos me enseñaron a sobrevivir mucho mejor de lo que había aprendido años atrás pero, también me usaban para otras prácticas, al ser tan bello no me era difícil seducir a los que iban a morir y demás, todos me creían una mujer, pero entonces me ascendieron a la edad de diecisiete años convirtiéndome en verdugo dandole el golpe de gracia a los que iban a morir, llegó un momento en el que eso me aburría y decidí realizar experimentos por mi cuenta con los presos, creándome un pequeño apartado para ello, en esos actos me recogía mi largo cabello y me ponía una túnica negra con un fulá por mi espalda y cayendo en mis brazos de color azul celeste.

Un día conocí allí a quien sería mi difunta esposa, no pasó mucho hasta que ambos nos enamoramos y conseguí salvarla, pero eso no iba a durar mucho, ellos nos persiguieron y yo logré huir pero ella fue asesinada en sus manos gritando mi nombre y pidiéndome que huyera de allí. Después de ese asesinato volví a mi yo anterior, incapaz de sentir emociones y volviendo a ser el experto torturador, ahora solo miro por mi mismo y no me importa sacrificar a quien haga falta con tal de conseguir nuevos especímenes para mis pruebas y para saciar mi sed de muerte.

También he decidido terminar con mis ganas de amor y ahora solo lo haría por una cosa, información y para luego experimentar. Soy un hombre que parece mujer y, aunque ya no me gusten las mujeres y sí los hombres, no puedo dejar que mi corazón se llene de amor. Jamás.