Primer día de clases

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Había un ambiente oscuro,donde el negro es el único color hasta donde alcanza la vista,y cierta castaña deambulaba por ese sitio,sin rumbo ni destino,sin preocupación o expresión alguna,solo una mirada cansada y pasos tranquilos.Duraría solo segundos hasta ver una figura de rodillas,y se acercó con calma hacia esa persona,lo suficiente para darse cuenta de que era una niña pequeña de a lo mejor 7 años,de cabello castaño largo,ella estaba mirando al suelo,y no se le podía ver el rostro;Akko daba pasos lentos,como si no le preocupara nada,sabía que no iría a ningún lado esa figura,y si se iba,no era importante,ese era el razonamiento que ella tenía.

Caminaría sin preocupación alguna,pero con algo de curiosidad,hasta que llegó a escasos metros de aquella niña que no parecía haberse percatado de su presencia;Akko acercaría su mano lentamente hacia ella,pero con nervios en su movimiento,pues no sabía qué podría ocurrir.Cuando al fin su mano tocó el hombro de la niña,esta última no reaccionó en lo absoluto,y hizo que Akko dijera algo.

-Eres yo...¿verdad?-fue lo único que dijo,y sus palabras hicieron que la niña levantara el rostro,dejando ver a una pequeña llorando sangre,cosa  a lo que Akko reaccionó soltándola inmediatamente,pero en su rostro no había más que tristeza.

-*snif* lo siento...-dijo aquella niña dirigiendo su mirada otra vez al suelo,con un tono roto,destrozado,como sí apenas fuera capaz de hablar.

-...-no se atrevió a responder algo,y se dispuso a darse la vuelta e irse de allí con calma;pero sintió que sus pies se hundían en el suelo,cosa que la hizo exaltarse e intentar liberarse,pero sería un esfuerzo completamente inútil.

-Lo siento-volvió a repetir aquella niña,se veía angustia en su rostro,pero actualmente era Akko quien estaba en problemas.Poco después empezaron a surgir charcos de sangre del suelo,y empezaría  a inundarse el área,pero Akko no podía  hacer nada,se empezó a desesperar y sudar.Antes de que se diera cuenta,estaba a punto de quedar completamente sumergida por ese mar de sangre,y aquella niña se había ido;cuando al fin Akko quedó totalmente sumergida y no podía respirar,se empezó a asustar,e intentar recordar que era un sueño,pero no era capaz,pues parecía muy real."Akko" se empezaba a escuchar levemente en un pequeño eco,"Akko" se volvía a escuchar,una y otra vez,hasta que al fin despertó.

-...-Sin decir una palabra veía su mano temblorosa,con una mirada perpleja,empapada y teniendo el pulso acelerado;estaba en su cama en aquel cuarto que apenas ayer le habían presentado,y junto a ella estaban sus compañeras Lotte y Sucy,la primera la veía preocupada,y la otra la miraba sin expresión alguna-¿que significa eso?-dijo en un susurro la castaña,en un tono que probablemente sus compañeras no habían alcanzado a escuchar.

-¿Estas bien?-preguntó Lotte con algo de nerviosismo en su voz,y reflejaba preocupación en su mirada-Sucy,te dije que no la mojaras-dijo mirando con algo de enojo a la chica junto a ella.

-No despertaba y se nos hace tarde,así que vístete por favor-dijo con su tono inexpresivo típico,mientras miraba a Akko,y posteriormente dirigir su mirada a la chica de lentes.

-Sucy,no sabemos si está bien-fue lo que le respondió,y tras eso,ambas miraron expectantes a su compañera Akko,que estaba simplemente mirando por la ventana,con una mirada tranquila,mientras el viento empezaba a mover su cabello levemente.

-Estoy bien-fue lo único que dijo,con un tono tranquilo,con una mirada feliz hacia el cielo,y una leve sonrisa totalmente sincera que marcaba su rostro-(¿así se siente que se preocupen por ti?,o ¿solo es una ilusión?,si lo es,no quiero ver la realidad)-fue lo que pasó por su mente,sentir que alguien se preocupaba por su estado la alegró,aunque no tuvieran mucho peso esas palabras,fue algo muy nuevo para ella,le hacia recordar a aquella italiana que conoció,le daba esperanzas de que no todas las personas en este mundo la tratarían como basura.Inmediatamente,Sucy se dirigió hacia ella.

Las cosas no son tan simplesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora