Me llamo Harry. De pequeño era muy antisocial y no me gustaba relacionarme con nadie. A mis tan sólo seis años de edad, tuve que enfrentar la dura pérdida de mi padre en un accidente automovilístico. Según mi madre, mi padre estaría mucho mejor, y tanto ella como yo empezaríamos una nueva vida y trataríamos de olvidar lo sucedido al mudarnos a otra ciudad. Pero yo, obviamente, no conocía a nada ni a nadie en ese lugar.
Recuerdo que, en el primer día de clases, les tenía pánico a los demás niños y niñas que estaban a mi alrededor, aunque me hablaban no quería dirigirles la palabra. Así que corrí, escabulléndome para que los maestros no me vieran. Hallé en un salón, un escondite, que por ciento era perfecto para un niño como yo. Entré rápidamente al gran closet de madera añeja, y cerré la puerta. Vi a mis alrededores, estaba demasiado oscuro, pero podía distinguir que ahí los maestros guardaban diamantina, telas, foamy, cartulinas, y sospeché que pronto me encontrarían. De repente, una voz me habló.
–¿Tú también tienes miedo, verdad? –la voz me preguntó.
Di un salto por el susto –¿Quién eres? –pregunté aún exaltado.
–Soy uno de tus compañeros, pero a muchos de aquí no agrado –la voz me dijo, algo desanimada.
–Pues... Creo que, tú y yo, seríamos buenos amigos –le dije con una voz algo emocionada, ya que, él sería mi nuevo amigo.
–¿¡En serio!? Oh sí, quiero ser tu amigo, hace mucho que no tengo uno –la voz lo dijo en un tono alegre, pero susurró las últimas palabras, a las cuales yo no les di importancia.
–Perfecto, y... ¿Qué tal si salimos de aquí? Ni siquiera te alcanzo a ver por tan oscuro que está aquí dentro... Además... Me da miedo la oscuridad –le dije algo espantado.
–Claro, vamos a salir de aquí –la voz me respondió, muy entusiasmada.
Los dos salimos. Cuando lo vi, pude ver a un niño unos centímetros más bajo que yo, parecía ser muy amigable.
–Vamos a clases –él me dijo, sonriéndome.
–Sí, vamos –le respondí, algo temeroso.
–¿Qué pasa, sigues teniendo miedo? –me preguntó, algo extrañado por mi forma de actuar. Yo no respondí a esa pregunta, sólo agaché mi cabeza y guardé silencio.
–Oh, vamos... No te pasará nada, lo prometo; por cierto me llamo Louis –él me sonrió. Yo suspiré y le devolví la sonrisa.
–Bueno... Si tú lo dices, yo me llamo Harry –le respondí, un poco más calmado.
Unos minutos después, entramos juntos a clases. Como siempre, el alumno nuevo es presentado ante todos; la maestra dijo mi nombre, de dónde venía, las típicas cosas. Después de ese vergonzoso momento, me fui a sentar al lado de mi nuevo amigo. De pronto, sentí que alguien tocó mi espalda, me volteé y era otro niño.
–¡Hola! Me gusta tu mochila –me dijo algo apresurado.
–Mu-muchas gracias –le dije, tartamudeando un poco.
–Pues, me llamo Zayn –él me dijo con una sonrisa.
–Creo que tú, ya sabes mi nombre –le respondí. Él asistió con su cabeza y no dijo nada. De pronto, me acordé de Louis.
–¡Mira, él es Louis! –le dije a Zayn, pero él sólo se me quedó viendo raro y no contestó. Yo pensé que, Zayn y Louis, no se llevaban tan bien, así que preferí ya no hablar.
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My imaginary friend [OS: Larry Stylinson]
Fanfiction"Si existo es porque él cree en mí." | Todos los derechos de autor van para la persona que creó este creepy, yo sólo me tomé el tiempo de adaptarlo. |