Antes de mi boda [Actualizando]

¿Debería casarme?

Capítulo 1

Envuelta entre las sabanas acaricio su espalda desnuda, es perfecta, para mí, pienso en que no sé cómo ni cuando llegue hasta aquí. De lo que estoy segura es que en este momento estoy enamorada de este hombre, ¿y de mi esposo?

- ¿Qué haces? –se gira hacia mí y sonríe.

Sonrisa perfecta.

-Nada. –rodeo su cuello con mis brazos y lo beso. -Buenos días.

- ¿Disfrutaste de tu última noche conmigo? -se acomoda para que me recueste sobre su pecho.

- ¿La última? –me levanto un poco para mirarlo.

-Te casaras mañana. -ríe.

-Tú también eres casado. -le recuerdo.

Él tiene razón, ya cuando este comprometida las cosas van a ser totalmente diferentes, tendré que dedicarle más tiempo a mi esposo, ya he inventado muchas excusas y disculpas este año.

-Sí, soy casado, pero es diferente y lo sabes. -mira hacia el techo.

Sí, porque él está acostumbrado a estas cosas. Claro.

-Lo sé..., y sí, no me caso, es decir, llevamos casi un año con esto, deberías divorciarte y podrí...-me interrumpe.

-No Anna, no lleves las cosas por otro lado, tú y yo solo tenemos una aventura, entiéndelo. -se levanta y se sienta a la orilla de la cama enfadado.

-Pero creí que tú y yo...-trato de acercarme a él.

Es decir... creo que me gusta pasar tiempo con él, no quiero que se vaya, creí que éramos algo más que una aventura.

-Tú y yo nada Anna, déjate de estupideces, sabes que, mañana te casas y ya no me vuelves a ver, no entiendo por qué las mujeres no entienden lo que es una aventura. -se levanta para ponerse la ropa.

- ¿Una aventura? -le grito. - ¡Si nosotros tuvimos más que eso, no recuerdas todo lo que pasamos, eran cosas reales...más allá de una aventura!

-Ya te enamoraste!, que estúpida, sabias que esto iba ser solo algo de un rato. -se acomoda su corbata.

- ¿Un rato?, ¿un rato es un año?, un año en el que hicimos cosas que ni siquiera los dos habíamos hecho con nuestras parejas.

-Adiós Anna, cierra la puerta cuando salgas. -se va.

Me reviento a llorar, lo único en lo puedo pensar es que fui una idiota, si claro una grandísima idiota, como pude pensar que él se quedaría conmigo, si él es un hombre casado y yo una mujer casada que contraerá matrimonio oficialmente mañana.

Mi teléfono suena y sonrió con la esperanza de que es él.

-Hola amor. -respondo.

-Hola mi vida, ¿Cómo te sientes para el gran día? –lo noto un poco raro. ¿Ya sabrá lo de? No, obvio no Anna.

-Bien mi cielo, ya arreglé todo en la peluquería para estar perfecta. -respondo sin ganas.

- ¿Estas bien? -pregunta.

- ¡Si, solo estaba llorando porque no puedo esperar el día de mañana! -trato de sonar un poco más alegre.

-Vale, te amo, no vemos en la noche. -cuelga.

Bill es un gran hombre, romántico, atento, especial, no lo dejare ir, encontrare todo lo que encontré cuando le dije que sí a su propuesta de matrimonio.
Tengo que volver a mi vida de antes y ser feliz con Bill.

Inmediatamente le envió un mensaje

Yo:

¿Iras a la boda?

Responde con un "por supuesto, nos invitaste a mi esposa y a mí"

Bueno, empezare desde el principio, les contare todo lo que viví antes de llegar a este día, y porque estoy tan dudosa, pero por lo que veo ya no hay marcha atrás, me casare con Bill.
Sí o sí.

¿O no?