Sólo como amigo

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Mientras Lara, Mateo y Marcos caminaban por el patio de la escuela vieron a Julieta caerse. Mateo y Lara se rieron, pero Marcos demostrando el atleta que llevaba dentro corrió a ayudarla, pero llego tarde. Tomás ya la había levantado del suelo.

Marcos:¡Déjala en paz!
Tomás lo mira extrañado
Tomás:¿Dejarla en paz? No le hice nada, ¿Acaso estas celoso? Créeme cuando te digo que no pasará nada entre nosotros. Te lo puedo jurar si no me crees.
Julieta miró a Tomás con lágrimas en los ojos las cuales no sabía si eran de una lastimadura o simplemente aquellas palabras le habían parecido  terribles. Le gritó que es mejor que se aleje y no la ayude. Como siempre se arrepintió de sus palabras pero esta vez no pidió perdon.

Un romance poco comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora