Cada día mi odio crecía más, y cada día me sentía más hipócrita.
Yo sabía que JungKook no era un chico malo, pero, verte llorar por discusiones tan insignificantes cómo lo eran sus celos, me daba rabia.
¿Porqué él no confiaría en ti?
¿Acaso él no veía el brillo que desprendían tus ojos cuando estaba a tu lado?
La primera vez que lloraste en frente mío, me corrompió tanto por dentro.
'Pequeño, tú no tienes la culpa.'
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Recuerdo que ese día habías llegado 2 horas tarde; me acostumbré a que nunca te presentes en lenguaje, pero cuándo te saltaste tu clase de instrumento, me extrañe.
En nuestro descanso, llegaste con los ojos hinchados; restos de lágrimas se percibían en tus rojas mejillas y el pelo ligeramente arreglado.
Te acercaste cómo siempre, pero ese día JungKook no había asistido.
O al menos eso creía.
E inconscientemente asocié tu estado con ello.
-Él cree que podría dejarlo cómo hicieron sus amores pasados. Hobi, yo lo amo.. No confía en mi, y cree que puedo dejarlo en cuanto encuentre a alguien mejor que él. ¿Acaso tan fácil me veo para que el crea eso de mi..?
Y sin pensarlo dos veces, te abracé.
Tus brazos apenas si podian corresponder y largaste todo el llanto que contenias.
'Eres la persona mas maravillosa del mundo, Tae..'
Te besé la coronilla de la cabeza y me relajé, ese momento intente disfrutarlo lo mas que pude.
Pero todo lo bueno siempre acaba.
Porque en cuanto levante la mirada, él estaba ahí, viéndonos, con una mirada que no sabía describir.
Ese día entendí que me odiaba.
