Llegar a primer día de clase con resaca había sido la peor idea del siglo. Taehyung, de cabellos rosados, llevaba sus lentes de sol y una enorme botella de agua. Se sentó atrás, junto a Hoseok, en la clase de Estética de la Música, o una mierda parecida. Los salones eran amplios, los alumnos no más de quince, todo lo contrario al hacinamiento de la escuela donde venía. Desde la ventana se podía observar el mar a lo lejos, pero allí estaba.
Sus pensamientos fueron detenidos cuando cierta cabellera color miel apareció afuera, en el campus. Llevaba un lienzo en una de sus manos, un enorme cuaderno del otro. ¿Artes? Interesante...
¡Alto! ¿Por qué iba a parecerle a él interesante?
Había descubierto que Jungkook y su amiguito Park quedaron en la habitación frente a él, pero básicamente todo el tiempo el sitio estaba con la puerta cerrada y en silencio. El de cabellos rosas se imaginó que ambos eran los típicos niños ñoños del colegio, pero Infiernos si no eran los ñoños más calientes que había visto.
Y no era que le gustaran los hombres, sólo tenía que ser honesto y reconocer a alguien bello cuando lo veía. Sólo era eso, sí, no el hecho de que al verle no podía apartar los ojos de él.
―Buenos días, vamos a comenzar la clase de hoy ―dijo la profesora ingresando al salón.
Una vez fuera, Hoseok y Yoongi lo convencieron de irse a inscribir en algún club que ofrecía la universidad. Taehyung ciertamente no estaba interesado en nada al respecto, pero cuando le dijeron que si los clubes tenían éxito el promedio del estudiante aumentaba, no lo dudó más.
Ahora, ¿en qué demonios podía meterse alguien tan sedentario como él?
―Fotografía ―dijo, despidiéndose de sus amigos. Hoseok había decidido entrar al Club de baile, mientras Yoongi prefirió el de escritura, donde libremente podría dormir y componer canciones sin que le jodieran la existencia.
Palabras de él, no de Taehyung.
Cuando Taehyung, aún con su cabeza palpitando y la necesidad de vomitar latente, deslizó la puerta de madera del club a un lado, se encontró con un amplio salón decorado con enormes imágenes en las paredes, mesas blancas repletas de más fotografías de todos los tamaños y amplios sillones.
Había cinco personas allí sentadas.
Taehyung los reconoció a todos, claro, beneficios de ser el chico más malditamente popular del campus. Palabras de Taehyung, de nadie más.
―Pero qué tenemos aquí... ―susurró con una coqueta sonrisa.
Sentados estaban Donghae, Minhyuk, Irene, Goo ara y...
Jungkook.
Sus ojos se encontraron con los de él, lo que causó que Taehyung sintiera su corazón dar un extraño brinco. Maldición, ¿acaso se había intoxicado tanto que justo ahora le iba a dar un paro cardiaco? ¡¿Y por qué se sonrojaba?! Maldita resaca, maldita...
―¿TaeTae? ―preguntó Goo ara. La mujer era una belleza, especialmente con aquellos ojos claros y esa mirada inocente―, ¿te equivocaste de club, corazón? ―preguntó―. Este es el de Fotografía.
Taehyung sonrió, cerrando la puerta tras él para, luego, sentarse sobre el verde sofá frente a los demás chicos. Jungkook era el único que permanecía aparte, atrás en una silla junto a las mesas, observando las fotos. Por algún molesto motivo, había decidido ignorarlo luego de haberlo mirado de aquella... perturbadora manera.
―Nop, no me equivoqué, hermosa ―respondió. Miró a Jungkook, quien rápidamente desvió la mirada―. Aquí es disparar el flash y obtienes créditos para subir promedio, ¿verdad?
YOU ARE READING
|| KookV || Cereza & Miel
FanfictionTaehyung es el más rebelde, hermoso y talentoso chico en Busan. ¿Lo único que no es? Gay. En su ciudad ser homosexual es inaceptable, en su vida también. Por eso nadie puede saber que los labios de Taehyung saben a cereza cuando se mezclan con los...