Teenage Dirtbag (fanfic Niall Horan)

Capítulo 1 "iniciación"

Mi madre ha decidido apuntarme a una escuela de artes sin mi permiso.

No puedo escapar, ha echado el pestillo a las puertas de atrás del coche, justo donde me encuentro yo.

No me gusta la dicha idea, no porque no cante, ni baile; es por la vergüenza que me da relacionarme con otras personas desconocidas.

-Sabes cantar, y muy bien ¿qué hay de problema?

-Pensaba que íbamos de vacaciones a casa de la abuela.

-Estas son tus vacaciones-dice sonriéndome segura-no hay mayor diversión que hacer amigos y hacer lo que te gusta durante cuatro meses en una escuela de artes de prestigio.

-Me gusta cantar, pero sola-digo cortante.

Sé que no va a cambiar de opinión.

-Alégrate, van chicos.

Si le veo el lado positivo...emmm...no hay.

-Mamá, te odio.

-Ya me lo agradecerás cuando vayas de gira y cumplas tus sueños-dice, con voz soñadora, como si fuese ella la que querría ser alguien mundialmente conocida.

Piensa que yo podría llegar a ser una estrella del pop o algo por el estilo, cuando lo único que hago es cantar mientras estoy en la ducha.

-Vale, vale. ¿Y cuándo se supone que empiezo?

-Susie me dijo que te llevase cuanto antes, así que pienso que podrás empezar ahora mismo.

-¡¿La tía Susie también lo sabía?! Me ha decepcionado...

-Si te decíamos de venir, no hubieses querido, por eso decidimos mentirte un poco-y lo dice un tanto insegura.

-Bien... sólo tendré que estar entonces cuatro meses, ¿no?

-Sí, Carter. Y espero que lo disfrutes. Tómatelo como cuando de pequeña veías Camp Rock y te encantaba a más no poder.

Vale. No me da tiempo de hacer más preguntas tontas porque ya hemos llegado. Todo parece normal hasta que salgo por la puerta del coche. Miles de tíos bailando y tías cantando pasan a mi alrededor.

-Te gustará-me dice por fin mi madre guiñandome un ojo.

Yo me limito a hacer una mueca con la cara. ¿De verdad se piensa que voy a hacer amigos aquí?

-Perfecto, mamá. ¿Cuándo te vas? -si voy a tener que quedarme en este lugar por mucho tiempo, es mejor que comencemos cuanto antes, y eso implica que mi madre se vaya.

-Se nota que me quieres mucho -y parece que se fue. Antes, claro está, me da un abrazo y un beso en la frente como forma de despedida, haciendo así que me avergüence de ella. Es todo lo contrario a mí; a ella no le da miedo nada.

Voy caminando hasta llegar a un lugar que dice ENTRADA con letras grandes, que supongo que es el lugar para inscribirme.

Me encuentro subiendo el porche cuando un chico rubio un tanto bajito pasa corriendo junto a mí con un estuche colgado de su hombro izquierdo y se para justo en frente de mí

Sus ojos son bonitos, los tiene azules y eso me gusta. También tengo que decir que no creo que sea rubio natural, pues tiene entradas por los lados. Es mono.

El chico me dice que espere. Como él me ordena, espero a que me diga lo que sea.

Al segundo, saca del estuche negro una guitarra un tanto vieja y se pone a cantarme una canción de amor.

¿Aquí están todos locos o qué? ¿A qué viene esto?

-Mira, niño, déjame -él me mira un tanto asustado por haberle cortado en mitad de la canción y creo que espera que le diga algo más-. No estoy de humor, necesito rellenar el formulario de entrada y esperar a que acaben estos cuatro insorportables meses; no tengo tiempo para que gente rara me pare y me cante canciones. Lo siento, yo me voy.

El chico, en cambio, no parece triste, sino que me sigue y yo pienso qué pesado.

-Me llamo Niall, y yo también he llegado nuevo hoy-y lo dice con una sonrisa, mientras que yo paso de él. Seguro que si mi madre me ve con este chico, estaría orgullosa de haberme mandado al estúpido campamento este.

-Ah, muy bien-y llego a la recepción donde me dan el formulario para poner mis datos.

En la sala hay un par de sillones y me siento en uno de color marrón oscuro.

Me fijo en que Niall, ¿era así?, hace el mismo proceso que yo. Y, cómo no, se sienta en el sillón junto al mío.

No puedo negar que no he estado mirando un poco de su formulario. Y tarda mucho en escribir. Yo llevo ya la mitad y él va por nacionalidad.

También me he dado cuenta de que se ha fijado por dónde voy, porque me dice, repentinamente:

-¿Te llamas Carter? Woah, yo conozco a una chica de mi pueblo que se llama Carter, es la hermana de mi mejor amigo, ¿sabes? Aunque a mí me cae un poco mal, porque es muy tonta.

Y ahí es cuando me doy cuenta de que van a ser unos largos cuatro meses.