One Shots. (multifandom)

Kindly Calm Me Down. (Cameron Dallas)

Kindly Calm Me Down. -Meghan Trainor.

Conozco a Cameron desde los diez años, nuestros padres siempre han sido grandes amigos y nosotros lo fuimos hasta que él prefirió a su novia y me dejó tirada, desde ese momento dejé de tener trato con él y no me arrepentí hasta hace, exactamente, tres minutos. Os pongo en situación. He venido al baño porque me estoy meando, mucho. Hoy ha sido nuestra graduación y hemos ingerido grandes cantidades de alcohol. Cuando he ido a cerrar la puerta del baño Cameron ha entrado y ha cerrado con pestillo. Me ha mirado fijamente y se ha lanzado a besarme. Yo, que debería haberle hecho la cobra de su vida, le he besado de vuelta. Al separarnos el me ha mirado y me ha preguntado.

-¿Por qué me besas pero llevas sin hablarme tres años?

Y yo me he quedado en stand-by. Cierro los ojos un segundo e intento coordinarme con mi cerebro borracho.

-Tienes novia Cameron. -es lo único que atino a decir.

-Ya no. -dice y yo lo miro frunciendo el ceño. -La dejé hace tres meses con el tema de la beca de la universidad.

-Eres tan rastrero. -niego con cara de asco. -Aunque no se de que me sorprendo.

-No seas así Ari.

-Para ti sigo siendo Ariana. -digo cruzándome de brazos.

-No seas así, Ariana, no me digas que no te morías por esto, por nosotros. -se acerca a mi.

-¿Cómo puedes ser tan idiota? -lo empujo. -¡Llevo sin hablarte tres jodidos años Cameron! ¿Qué coño te hace pensar que ahora voy a caer rendida a tus pies?

-Que yo llevo a los tuyos desde hace cuatro años. -dice y yo lo miro sorprendida. -No te hagas la que no lo sabe, ¡Ariana perdimos la virginidad juntos!

-¡No chilles! -le doy un golpe en el brazo. -¿Te crees que no me acuerdo? Idiota. Fuiste tú el que dos meses después te olvidaste de la existencia de tu mejor amiga.

-¡Eras tú la que me evitaba! ¡Me enamoré de ti!

-Cameron hemos bebido, no voy a hablar de esto contigo.

-Dios mio Ariana, ¿por qué lo tienes que complicar todo tanto?

Yo niego con la cabeza y paso por su lado para abrir la puerta.

-Vete. -digo seria. Él me mira. -¡Que te vayas! -chillo.

Él sale del baño cabizbajo. Cierro de un portazo y pongo el pestillo. Me siento en la taza del váter y miro la pared fijamente.

-Esto tiene que ser broma. -susurro.

Meo, me lavo las manos y salgo del baño. Vuelvo a la fiesta, Camila, mi mejor amiga me mira frunciendo el ceño. A saber cuánto tiempo ha pasado. Yo asiento haciéndole saber que todo esta bien, aunque en realidad no lo esta. Sigo bailando con mis amigos hasta que siento la necesidad de fumar. Le robo un piti al novio de Camila y camino hacia la puerta trasera del local que hemos alquilado. Al abrir el aire me mueve el pelo y veo que esta lloviendo.

-Genial. -digo en voz alta.

Me enciendo el cigarro y le doy las primeras caladas mirando las gotas caer contra un charco.

-¡Ari! -me llama Camila abriendo la puerta. -Tia el bolso no para de vibrar, creo que te están llamando. -me da el bolso.

-Gracias tia. -digo y ella sonríe.

-Me vuelvo dentro que aquí hace un frío de la leche. -yo río mientras la veo marcharse.

Abro el bolso y saco el móvil, con una mano me cuelgo el bolso y con la otra miro las llamadas. El cigarro sigue entre mis labios. Diez llamadas perdidas de un número desconocido. Estoy a punto de llamar cuando mi teléfono empieza a vibrar, otra vez ese número.