Con A de antipático

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RYUTO

Al igual que todos los viajes este era incomodo, la gente con la que convivía los cuales según la ley ejercían como mis padres eran desagradables, ignorantes, irritantes, mentirosos, traidores, inestables y bueno al fin y al cabo eran solo unos humanos más.

"¿Por qué debemos ir ahí?" Mi voz sonaba sin interés, ni sentimientos como si lo único que hiciera era darles una orden, aunque no me importo.

"El país nos ha obligado". La voz de aquel apestoso y rencoroso hombre sonó por todo el coche.

"Aun así, nos están mandando al sitio más peligroso del que se oye hablar, no duraremos ni una hora ahí." Cada vez empezaba a sonar más serio y es que me había dado cuenta de que ya no era una de las estúpideces de mi prima sino un suicidio.

"Hijo, si decimos algo debes obedecernos." Ahora era la voz de la única persona que no había comentado nada durante el trayecto. "Tu aquí no tienes ni voz ni voto."

En ese mismo momento nos paramos ante un inmenso muro. Un hombre grande y de piel oscura estaba ahí, se nos arcecó y explicó lo que debíamos hacer para entrar el coche a la ciudad, también nos dijo que podíamos entrar solos con la maleta por ese mismo lado e ir directos a la ciudad.

Al escuchar que me podía alejar de ellos me fui al centro de la ciudad pero no era lo que yo me esperaba... era muy normal, tal vez los edificios no tuvieran la mejor pinta del mundo y hubiera algún que otro charco de sangre pero eso aquí debía ser muy habitual.

"¡Chibi-chan!¿Dondé estaaaaas?" Un chico alto y rubio apareció frente a mi, me miró y se rió.

Ese hombre me disgustaba bastante, una sonrisa sádica cruzaba su cara mientras en sus ojos solo podías detectar alegría y diversión, su pelo era un poco rizado y sus ojos verdes pero me impactó lo alto que era, como poco eran unos ciento noventa centímetros.

"No me ignores Chibi-chan" su voz sonaba con un tonó de tristeza pero aun así contenía algo más. "Sabes me parece mal ¿no eras mi amigo?" Esta vez se rió como un loco y se me acercó, "Un humano ¿eh?" pasó su brazo por mis hombros y se encogío de piernas mientras inclinaba su cabeza hacía un lado, estaba cerca, demasiado. "Eres realmente balito más que Birome-senpai aunque tu hueles muchísimo mejor."

¡¿Pero este quien se creía?! Mi altura es completamente decente, ciento setenta y tres centímetros son lo ideal. Además ¡¿acaso sabía lo que birome significaba?! porque llamar bolígrafo a alguien porque te apetece no es que sea muy educado.

Espera...¿educado? Estaba en el sitio de mis sueños, un lugar lleno de monstruos y bestias sin corazón, aquí podía hacer lo que tanto había soñado... El mismo lo había dicho, era raro que aquí hubiera humanos, nadie decente se quedaría aquí.

Me podría volver uno de ellos por fin. De repente un bolígrafo salió disparado hacía el chico rubio, pero este lo esquivó, era agil de eso no cabía duda.

"¡Chibi-chan! ¿Dónde estas? Mira he encontrado un humano, ¡venga, Birome-senpai, ven!" Él chico siguió insistiendo hasta que dirigió su mirada a lo alto de un semáforo, donde había una persona de cuclillas la cual no permitía que se le viese la cara ya que llevaba un abrigo de un verde casi negro con pelo de color café claro en los bordes, con capucha la cual le cubría. "Ahí estas, ven Chibi-chan"

Él chico encapuchado saltó con las manos en los bolsillos cayendó cerca de nosotros, se acercó a mi y me pudé percatar de la enorme y diabólica sonrisa que cruzó su cara ¿Qué planeaban hacerme estos dos? No me dejarón ni tiempo para pensar ya que él chico al cual apodaban Chibi-chan me agarró del brazo y me separó del rubio alto.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2014 ⏰

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