Ese día que cambió mi vida por completo, me mostraste una sonrisa aún sabiendo de que no podía hablar, todos los días venías a platicarme y a decirme lo que te pasaba hasta tus sentimientos. Pero desde hoy me arrepiento de no haberte dicho una sola palabra, me hubiera gustado al menos decirte un adiós.
Yo nací en la calle por lo cual nunca aprendí a hablar con la gente, los podía escuchar perfectamente cada una de sus palabras y esa música extraña y exótica. Los entendía perfectamente, pero nunca quise hablar ya que tenía miedo de lo que pudiera pasar, de que me lastimaran más de lo que hacen. Me toman como un fenomeno al ser de la calle y el no poder decir una sola palabra. Acostumbraban a verme con esa mirada de odio, repulsión, como un bicho raro que no debería de existir. Muchas veces a penas y se fijaban en que yo estaba hay o me rodeaban ya que solo trataban de evitarme por como era mi aspeto.
Una señora grande igual de la calle se encargó de cuidarme cuando yo era pequeño, eso era hasta que un día llegue y la encontré muerta acostada con los ojos cerrados, me dio demasiada pena y lástima ya que no tenia ni siquiera un centavo para poder comprar un ataúd y enterrarla en algún panteón. Lo único que hice fue irme de hay corriendo asustado y triste al perder a la única perdona que me quiso de verdad, esa mujer fue como la madre que nunca tuve.Sin más remedio, lo único que se me ocurrió para sobrevivir en este cruel mundo fue buscar en la basura, juntar me con otros de la calle, hasta incluso robar un poco de comida o ropa, mayor parte cuando robaba comida compartía con otras personas igual que yo o se los daba a los perros de la calle, en especial con mi mejor amigo el me ayudaba a escaparme de los señores o poder robar comida sin que nadie se de cuenta, cuando esa señora se murió, el me acompaño en las buenas y en las malas. Lamentablemente un día lo pescó la perrera y como habían bastantes quejas de el, solo se lo llevaron para matarlo de la peor manera, lo peor es que yo quise ir a verlo por ultima vez, grave error. Pude apreciar como a mi mejor amigo lo mataron electrocutado lo, escuchar ese feo chillido de el me rompió el alma. Desde ese día me prometí que haría lo posible para que no le hicieran lo mismo que a mi mejor amigo, escondía a algunos animales que los abandonaban, a otros los defendía de unas fuertes palizas y a muy pocos que pude ver fue ayudarlos a escapar de la perrera, muy pocas veces veía a la gente amable adoptar a estos animales sin hogar, lo cual me hacia preguntar ¿Por qué a mi no me a tocado amabilidad como esa?
Conforme creía se me hacia más difícil conseguir ropa a mi medida, al llegar a una etapa algo grande conocida como adolescencia, hacía lo posible para conseguir dinero de forma honesta y sin la necesidad de tener que robar comida o ropa. Gran parte del tiempo me la pasaba en un parque, tomaba cosas que me encontraba y creaba música a mi estilo algo que sonara bien y que no fuera algo raro como la gente acostumbra a escuchar casi todo el tiempo, de alguna forma eso me ayudo un poco, pude expresar ese sentimiento dolor que tenía en mi pecho desde el día que nací. En un momento cuando estaba descansando mirando ese hermoso cielo azul, pude sentir la presencia de alguien a mi lado, cuando vi era una chica sonriendo me.
-Hola, perdón por molestar te, es que me contaron que un chico tocaba música con botellas y todo eso, jeje supongo que eres tu. Hola que tal soy Lirio, para muchos es un nombre raro, pero para mi es hermoso.. En fin tu ¿cómo te llamas?-
Solo me la quede mirando, pude escucharla con claridad pero por más que trataba no salia ninguna palabra, a parte me daría vergüenza decirle que tono tengo nombre, nunca me dieron uno, al mirarla bien me di cuenta que venia en una silla de ruedas, como es que puede lidiar con este mundo de esa forma.
-¿Qué tienes? ¿Por qué no dices nada?... Acaso no sabes hablar- al escucharla lo único que hice fue negar con la cabeza ella me miro y me mostró una sonrisa tan amable y me tomo mis manos
-Oye que te parece si somos amigos, vendré aquí todos los días para verte y hablar contigo-
Esa fue la primera vez que alguien era tan amable conmigo, asentí con la cabeza por lo cual se noto una gran felicidad en su mirada. Como ella prometió venía todos los días a escuchar lo que tocaba y hablar conmigo de lo que fuera, era un poco torpe ya que siempre se le caían las cosas de las manos, pero sin importar que fuera ella sonreia y reía, era tan amable conmigo, era como un ángel tanto que me trataba de enseñar a hablar o por lo menos saber hablar con las manos, ella me dijo que se le conoce como lenguaje de señas. Cada vez que venia me hablaba de su vida y de lo que sentía por lo cual me hacia sentir que no estaba solo, cada día que pasaba estaba ansioso de verla, de ver a mi mejor amiga. Pero lamentablemente no duro mucho ya que una tarde nublada, ya era tarde por lo cual empecé a caminar por el camino que ella toma, mire una gran cantidad de personas en medio de la calle lo cual me dio curiosidad ver, me acerque y la vi en el piso con un charco de sangre a un metro estaba la silla de ruedas algo destruida, escuche a unas perdonas que dijeron que ella se abalanzó para salvar a un niño el cual sólo tenia pequeñas heridas pero ella, ella recibió todo el impacto. Por primera vez después de tanto años llore y grite con tanta desesperacion y dolor su nombre, fue la única vez en toda mi vida pude decir una palabra. Desde ese día me propuse a ser amable y ayudar a otros como ella lo hizo conmigo, apoye a muchos tanto de la calle, como huérfanos, animales, y personas con enfermedades graves, ella me enseño una lección muy buena "Aunque el mundo sea cruel y dolorosa siempre va a ver alguien que demuestre lo contrario, sonríe y ayuda a las personas que lo necesitan".
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Adios...
Short StoryUna pequeña historia que te dejara una reflexión en la cual podrías tomar más en cuenta, ya que mucha gente lo toma como percibido algo sin importancia.