No habían pasado ni 5 minutos, cuando el tan nombrado "Señor Aurelion" llego a la panadería.
- ¿Qué hacen holgazaneando? – les hablo algo molesto un señor de elevada edad, con una barba un poco larga blanca como la nieve, ojos azulados como si el mismo universo viviera ahí y de piel blanca.
- Se acabaron los panes de hoy, viejo. – se levantó con calma Taric, restándole importancia a su superior.
- ¡¿Cómo me dijiste, insolente?! ¡Soy tu jefe! – le dio un pequeño "coscorrón" al fornido muchacho.
¡Ouch! ¡Eso dolió! – se quitó el gorro que le obligaban usar y lo lanzo a la caja, era mucha la confianza entre ellos, siempre han sido ellos 3 en el trabajo.
- Señor Aurelion, si desea puedo hacer una tanda más de panes, pero no saldrán muchos y aún corremos el riesgo que se queden para otro día. – se acercó al jefe con su típica voz fría y cortante, pero el señor ya estaba acostumbrado.
- Tranquilos, los dejare ir temprano hoy, igual pensaba cerrar una hora antes... Así que fue un golpe de suerte, anden, váyanse antes de que me arrepienta. – soltó una carcajada y se dirigió a la caja para hacer el "corte".
Los jóvenes no dudaron ni 2 veces en irse de ahí, Taric se despidió de Pantheon, mientras que este último se disponía a avanzar cuando una voz lo detuvo.
- Pantheon, ¿ya saliste de trabajar? – se acercó un joven calvo, pero con una extensa y poblada barba rubia, ojos azules y un cuerpo robusto.
- Si, ¿y tú, Olaf? – lo miro extrañado, había salido con su uniforme de carnicero, incluyendo su sombrero.
- Descanso para comer, tengo una hora y media, así que iré a comer al restaurante donde trabaja tu chica. – golpeo levemente el hombro de su amigo, este solo sonrió levemente. - ¿Quieres ir? Tal vez nos atienda el día de hoy o déjame adivinar... ¿Hoy descansa? – Pantheon solo asintió, Olaf solo suspiro con pesadez y lo tomo del cuello de su camiseta, arrastrándolo al restaurante. – Entonces vendrás conmigo sin objeciones. –
Ambos entraron al restaurante, Pantheon acomodo su camiseta y comenzó a observar alrededor, era la primera vez que pisaba ahí. Olaf de inmediato diviso a alguien conocida, Akali.
- Chicooooos, ¡aquiiii! –alzó su diestra y la movió de un lado a otro.
El par de hombres se dirigió hacia ella, Olaf se sentó a un lado de Akali y Pantheon frente a ellos.
- ¿Qué hacen aquí? Creí que estarían trabajando. –los miro curiosa.
- Descanso para comer y Panth salió temprano, así que lo invite acá. – se quitó su sombrero de carnicero y lo dejo sobre la mesa.
- ¿En serio? Que suerte, Panth, así que hoy eres el único que seguirá trabajando después de aquí. – miro con una sonrisa burlona al de barba rubia.
- ¿Ah? ¿Tienes día libre hoy? – arqueo la ceja.
- Así es, así que vine a comer, pero ya estoy harta del sushi, así que vine a este restaurante. – rio un poco, pero de un momento a otro dio un pequeño salto acompañado de un grito, lo cual aturdió a Olaf y asusto a Pantheon. - ¡¡Leona!! ¿¡Que haces aquí!? – empujo a Olaf para poder salir de su asiento y poder ir a abrazar a su amiga. – Creí que era tu día de descanso. –
Olaf reconoció a la chica, al igual que Pantheon, este último se había mantenido inmóvil, lo último que quería es que ella lo divisara y le hablara... No quería asustarla.
- Lo era, pero una compañera me pidió que le cambiara el día de descanso por hoy. – sonrió como siempre lo hacía...
- Tan radiante... - murmuro inconscientemente Pantheon, quien sin pensarlo se cubrió la boca y Olaf solo lo miro fulminante, como si le dijera "Tonto". Leona no escucho con exactitud lo que habían dicho, pero eso fue suficiente para que ella notara la presencia del chico castaño.
- Veo que traes a tus amigos, Akali. – rio levemente para después acercarse a ellos. – Soy Leona, un gusto, Akali me ha platicado de ustedes. –
- Soy Olaf, un gusto igual. Y es obvio que habla de nosotros, nos adora más que a su "querido Shen". – soltó una carcajada, pues vio el rostro rojo de Akali y ese puchero de molestia.
- Pantheon. – fue lo único que menciono, realmente intento decir más, pero entre menos hablara, menos probabilidad había de asustarla.
- Pantheon... - se inclinó un poco más hacia él, sus ojos carmesíes se toparon con aquellos ojos que parecía que contenía al mismo sol dentro de ellos. – Me suena tu nombre, ese uniforme... ¿trabajas en la panadería de enfrente? – se reincorporo, señalando con su pulgar a sus espaldas.
- Así es... - respondió tan seco como el mismo desierto de Sahara, Pantheon no era tímido, sencillamente estaba en su forma de ser hablar lo menos posible, pero el tono de su voz y sus mismas facciones no le ayudaban nada.
- Bien – volvió a esbozar aquella hermosa sonrisa, la cual Pantheon no dejo de mirar discretamente. - ¿Listos para ordenar?
Los chicos ordenaron la especialidad de la casa, trataba de un platillo a la parrilla, la cual se encontraba en la misma sala, así que Leona estaría con ellos en lo que se preparaba la comida. Akali miraba curiosa a Pantheon, él siempre había sido serio, pero es la primera vez que lo notaba nervioso y aquella mirada clavada hacía su amiga, y se dio cuenta, ella no lo sabía, jamás se lo conto, Pantheon estaba enamorado de Leona.
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¡Hallo! Aquí les dejo la actualización, espero la disfruten.
¿Que tal les fue en esta temporada en lolsito? ¿quedaron en oro? ¿o les toco puro team kk? Los leo.~
¡Hasta la próxima actualización!
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La chica del restaurante de enfrente.
FanfictionPantheon x Leona fanfic. Un romance que se desvuelve con el paso del tiempo, un amor que nació de una primera vista y primera interacción, un amor que se volvió obsesión para un hombre de actitud "aterradora" según todos los que lo conocían, pero to...