Entre tu yo y terceras personas [ByTarifa] ACABADA

Capítulo 2

Último día de instituto de la semana, todavía me pregunto como puedo aguantar este agobio, deberes, deberes y más deberes, pero lo peor era verle a  él, todo el tiempo y pensar que se había acabado... Pero dejémoslo en un simple recuerdo bonito más.

Valeria: No se como lo haces pero siempre te pillo embobada.

Abigail: Tus palabras de ayer fueron duras pero llevabas razón.

Valeria: Como siempre.- Y sonrió con sonrisa tenebrosa.

Abigail: Tengo examen, adiós.

Mientras me dirigía a mi examen, sentía que algo me iba a pasar, a parte de suspender claro. Algo a la vuelta de la esquina y sin pensármelo iba a suceder.

Abigail: Te llevo esperadote como media hora, ¿qué estabas haciendo?

Valeria: Examen sorpresa, venga vámonos que por fin es viernes 

Mientras íbamos para nuestra casa, yo no podía dejar de pensar en el imbécil de siempre.

Valeria: Pásate a las 5 por mi casa y así me ayudas con la maleta.

Hoy no había comido nada, estaba rara, no sabía que me pasaba, llevaba unos días muy atontada, sin ganas de nada, yo no era así.

Mientras iba a casa de Valeria, iba mirando fijamente al frente, a los pocos minutos pasó un coche, era una mujer, y delate iba un chaval, me quedé mirándolo como él a mí, vi como el coche mientras nos mirábamos iba a cámara lenta, tenía el pelo como de punta, castaño y un poco moreno, me dí cuenta hasta en sus ojos verdes, tenía una bomber negra, tenía unos labios que madre mia.

Valeria: Llegas tarde.

Abigail: He conocido a un chico

Valeria: Dios mio, ya era la hora, cuéntame todo.

Abigail: Tranquila, no lo he conocido de hablar con el, solo lo he visto pasar en un coche y nos hemos quedado mirándonos, he sentido como que en ese justo momento todo iba a cámara lenta a sido super extraño.

Valeria: ¿No sabes nada mas de él? Pues te recomiendo que lo olvides porque no creo que lo vuelvas a ver nunca. Y ahora ayúdame con la maleta, por fin me voy mañana y eso que no quiero, pero quiero pensar que habrá chicos.

Mientras yo, no podía olvidarme de ese chico, era como un flechazo, pero claro mi amiga siempre tenia razón y aunque siempre me negara en dársela, una vez mas la tenía.