Te vi

Una noche de desvelo, recostado sobre mi sillón favorito pensaba en preguntas existenciales como: ¿Quiénes somos?, ¿Para que vivimos?, ¿Qué sentido tiene la vida?, ¿Por qué vale la pena estar aquí? Y otras más. Decidí salir a dar una vuelta en la historia y busque a los 7 sabios de Grecia y ninguno pudo responderme estas preguntas. Ni Bías de Priene, ni Tales de Mileto, ni Quilon de Esparta, ni Periandro de Corinto. Entonces busque a Platón y nos pusimos a charlar luego fui donde Voltaire pero tampoco me pudo responder.

Cansado de intentar me acosté en una Nube y fui a susurrarle a Zeus por pistas y me envió a hablar con Atenea, a la cual le termino dando un dolor de cabeza. Luego fui a Roma a charlar con Marco Aurelio pero ni Minerva misma me pudo responder.

Cansado de mi viaje me recosté sobre la misma Nube y espere a que pasaran unas horas. Cuando de pronto una estrella me susurro – Pregúntale a la Luna, ella es hija del tiempo y conoce muchas historias, relatos y respuestas. Luego de que la Luna saliera me acerque a ella y me dijo que no me preocupara que ella y su hermano el Sol me mostrarían las respuestas.

Me llevo a una pequeña casa como brisa nocturna y me dijo que viera por la única ventana abierta, al observar te mire recostada en paz, soñando con viajes, letras, canciones y poemas. Mire como tu belleza iluminaba la oscuridad de tu dormitorio. Y tu sencillez era tan compleja que solo ojos sabios podían ver lo bella que eres.

Al salir el Sol me hizo seguirte como un rayo de luz para observarte disimuladamente y vi tu esplendor al despertar, seguí tu perfección al caminar y te observe siendo tú. En total libertad. Al terminar el día entendí que todas esas preguntas se respondían al ver tu sonrisa, al escuchar tu risa, mientras cantas o hablas, mientras eres tú bella y excepcional.