Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo
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El hombre levantaba ambos brazos en conjunto mientras tomaba lo que parecía ser un arma. Luego los volvía a bajar con fuerza, golpeando aquél ¿Ser? ¿Planta? Unida a la tierra. A Itsuka le gustaba observarlo, las pequeñas gotas de agua cayendo por su cuerpo, sus expresiones durante el trabajo; especialmente la que ponía cuándo lo había concluido. Ella no entendía la razón de la mayoría de sus acciones, pero si disfrutaba presenciarlas.
Todos los días, desde hace dos meses, subía a la superficie . Pero es que eso simplemente se le hacía fascinante. La belleza de aquél ser diferente a ella, de sus actos que no llegaba a entender. De aquélla risa tan natural y contagiosa festejando sus logros —o eso creía ella—. Ese humano le era simplemente increíble en cada uno de sus aspectos a presenciar, y sólo deseaba conocerlo en más detalle; conocer su voz, sus pensamientos. Conocer su alma, y saber si era tan bella como la que mostraba en la distancia.
Finalmente deja su arma a un costado y sonríe satisfecho, gira la mirada hacia su dirección y pone ambos brazos en jarra. Itsuka se apresura en ocultar con seguridad su presencia tras la roca por la que apoyaba.
El hombre se quita la prenda superior, que lucía grandes manchas oscuras en sus axilas y otras tantas más pequeñas repartidas por el objeto. Luego se saca la prenda inferior, en medio de saltos apresurados, mostrando su ansiedad por refrescarse. Y queda completamente al desnudo, corriendo hasta internarse con un salto en el agua. Itsuka se pierde en sus pensamientos cada vez que lo ve, era tan diferente a los tritones con los que se cruzaba cada día. Aquéllos fuertes músculos en sus brazos y pectorales; producto de trabajar hasta el cansancio cada día. Y la parte inferior, ¿Que era aquello que se agitaba mientras corría? Se preguntaba constantemente la sirena. Sus compañeros sin duda no lo tenían ya que, al igual que ella, la parte de abajo era completada por una larga cola de pez. En su caso era naranja, con algunas pocas escamas entre la mayoría de colores blancos o amarillos ¿Él que tendría si fuera como ella?
—Hola.
Sospechaba que gris, al igual que su cabello.
—Señorita.
Realmente le quedaría bien con su figura.
—¿Tiene problemas?
Una voz. La sirena levanta los ojos que se habían perdido en la lejanía del hogar humano mientras pensaba, que no lo observó acercarse ¿Hace mucho que le estaba hablando? Lucía aún más maravilloso de cerca, con su rostro bronceado y su sonrisa abrasadora. Ojalá su oído pudiera oírlo con más certeza, ya que estaba más adaptado a sonidos extremadamente agudos. Y el...
—¿Quiere que la ayude a llegar hasta la orilla?
... parecía tener una voz extremadamente grave. Lo tenía frente a ella y, aunque no lo estuviera buscando, igualmente apreciaba aquélla oportunidad. El hombre sigue hablando y ella acerca su mano hasta su fuerte pecho, cerrando los ojos. Siente las gotas de agua cayendo sobre su mano, el cálido pecho del hombre, sus fuertes latidos constantes. Vuelve a abrir los ojos descubriendo un leve tono carmín en las mejillas del rostro contrario. Aleja su mano del contacto y mueve sus labios:
—Perdón por preocuparle —dice ella, notando como el rostro del hombre luce más relajado.
—Sólo importa que se encuentre bien —ella frunce el entrecejo al intentar escucharlo, las voces como la suya realmente le dificultaron el trabajo a sus oídos— ¿Hace mucho que se encuentra aquí? Espero que no haya visto mi willie.
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Amor junto al lago
FanfictionLa sirena deja el tiempo correr desde su lugar en la laguna, observando, sin cansancio, el vivir del humano.