➁ El вєτα Del αℓƒα➧ChenMin

El Beta del Alfa.

Un suave chasquido resonó en la habitación. La cámara estaba grabando, hambrienta, deseosa de ser quien filmara el chisme del año, y de eso se encargaría Byun BaekHyun, la vieja chismosa de la universidad.

Un suave gemido salió de la boca de MinSeok cuando la escurridiza lengua de JongDae se encontró con la suya.  BaekHyun no podía estar más absorto en la imagen pornosa de sus dos amigos de la infancia y autoproclamados rivales desde la cuna irónicamente comiéndose la boca a besos.

MinSeok era el jugador estrella, a pesar de ser un beta, del equipo de fútbol de su universidad y el Beta más cotizado entre las chicas en el área de deportes. Con una personalidad coqueta de nacimiento, fácilmente es blanco de muchos desvergonzados y malintencionados rumores; algunos de ellos incluso afirman haber participado de una enorme orgía con el próximo a licenciar profesor de deportes, aunque por supuesto, esto podría ser nada más que las palabras resentidas de un ex novio de una enamorada de MinSeok.

Por otro lado, JongDae era la voz principal en su grupo de coro y asistía a la iglesia cada sábado con puntualidad y devoción, cosa que a muchas "puritanas" como solía decirle BaekHyun, se encapricharan con su dulce persona. Todo lo contrario a MinSeok, las personas tenían una incapacidad grave para odiar al hombre cuando se trataba de JongDae, solo bastaba con saber su largo expediente de buen samaritano y ver sus hermosos ojos negros para caer ante sus pies, además de que ser uno de los pocos alfas de la universidad, lo hacía casi igual de importante que el hijo del director.

Ahora bien, se preguntaran cómo fue que llegaron a este punto. Fácil. Esa noche MinSeok llegó a su casa pasadas las doce, vestido con una musculosa negra, pantalones de cuero ajustados y una bolsa repletas de cerveza, una botella de whisky, algo de ron y los ojos completamente desorbitados. El hombre había estado bebiendo en la fiesta de TaeYeon mientras que él, como estúpido, tuvo que pedirle a JongDae ayuda para su tesis de final de año.

Con una sonrisa coqueta, MinSeok había pasado de su encantadora persona para llegar hasta la cocina y continuar bebiendo. BaekHyun frunció el ceño indignado, nadie pasaba de él de esa forma y entraba a su casa sin su permiso, por más amigos de la infancia que fueran, la falta de modales de MinSeok era imperdonable. Y con miles de ideas horribles tomando forma en su cabeza, una ampolleta brilló en todo su esplendor sobre su cabeza cuando escuchó la voz de JongDae desde el segundo piso, preguntándole por su demora.

JongDae bajó por pedido de BaekHyun, el alfa vestía una de sus camisas blancas y un suéter de lana sintética que cariñosamente le había tejido su abuela y que le había regalado cuando llegó de visita el fin de semana pasado. BaekHyun silenciosamente lo escaneó mientras JongDae se acercó con toda la tranquilidad del mundo para intentar entender que estaba sucediendo. Grande fue la sorpresa del Alfa al encontrar a un sonriente MinSeok saludándolo desde el otro lado de la habitación, sobre una de las encimeras de la cocina mientras se atragantaba con su tercera lata de cerveza desde que había llegado ahí y a saber cuántas más antes de hacerlo.

JongDae hizo una mueca extraña que BaekHyun no supo interpretar. Pero incluso antes de que BaekHyun tuviera que hacer algo, JongDae paso por el umbral de la puerta y llegó hasta MinSeok en cinco increíbles grandes zancadas y le quito la botella de un zarpazo.

—¿Qué haces aquí, MinSeok? La defensa de tu tesis es mañana, deberías estar practicando  —preguntó bruscamente, pese a su seriedad, el contrario lo miró con una sonrisa de oreja a oreja, observándolo de reojo.

—Lindo suéter, DaeDae. ¿Tu simpática abuelita te lo tejió? 

—No te metas con mi abuela, Minnie. Te lo advierto —masculló.