Lauren
No podía estar más feliz.
Hoy finalmente comenzaban mis merecidas vacaciones, después de meses trabajando arduamente al fin tendría tiempo para relajarme y por supuesto podría pasar mucho más tiempo con mi novia, Emma.
Después de lo sucedido con Camila, le prometí a ella y a mi misma no volver a tocarla de la forma en la que lo había hecho, claro está que al principio esto no fue para nada fácil y es que tener cerca todos los días a semejante mujer y tener que ignorarla no era algo tan sencillo como le pudiera parecer a algunas personas. Decidí olvidar a la morena y dejar las cosas en quizá una linda amistad, aunque al principio muriera de ganas por acorralarla en una esquina de la casa y nuevamente hacerla mía.
Sabia que no podría tener a Camila por más que le rogase, ella era heterosexual y si intentaba tenerla a la fuerza existía una gran probabilidad de que esta vez terminara en prisión, aun estaba agradecida al recordar como ella me había perdonado y siguió trabajando conmigo como si nada hubiera sucedido.
¿Como había terminado con una novia después de todo?
Hacia años que conocía a Emma, desde el instituto, cuando comencé a trabajar en la empresa me llevé la sorpresa al enterarme de que ella de igual manera trabajaría ahí, anteriormente habíamos sido muy buenas amigas y ahora que le encontraba por segunda vez seguimos llevándonos a toda madre (Bien mexicana)
Emma estuvo insinuándose durante algunos años pero yo no estaba muy interesada y claro que cuando Camila empezó a trabajar conmigo me olvidé a mi amiga por completo.
Pero ahora que las cosas habían cambiado y yo me había propuesto dejar en paz a la morena asi que me permití darle una oportunidad a Emma, era una persona muy agradable, siempre nos divertíamos cuando estábamos juntas, ella me ayudaba a sacar por completo a Mila de mi cabeza.
Porque ya no la deseaba ¿Cierto?
Narra Camila
Estaba muy feliz.
Hoy comenzaban las vacaciones de Lauren, por lo menos eso creí escuchar cuando platicabamos hace unos días.
Podría pasar quizás tiempo juntas, digo, si no es que su novia decidiera estar metida aquí durante todo el bendito día.
Después del incidente mi jefa aún me dedicaba algunas cuantas miradas pero jamás se atrevió a tocarme de nuevo, por desgracia para mi.
Comenzó a salir con una de sus compañeras de trabajo y muchas veces la había traído aqui, para ver películas, para cenar y para...
El sonido de la puerta siendo abierta interrumpió mis pensamientos, me apresuró a caminar en dirección a la entrada para recibir a la señorita Jauregui.
Estaba feliz, sonriendo por al fin tenerla en casa pero mi sonrisa no duró mucho tiempo, pues esta desapareció al ver la imagen frente a mi, Lauren se veía mal, sus ojos se notaban cansados, tenia la nariz roja al igual que su rostro el cual se veía decaído.
- ¡Oh cielos! Señorita Jauregui ¿Se siente bien? ¿Qué le pasó? .- corrí hacia para posteriormente colocar mis manos sobre su rostro y ahí me di cuenta que tenia alta la temperatura
- Estoy bien.- dijo con la voz apagada.- solo estoy cansada
Caminó hacia el sofá dejando sus cosas allí
- ¿Quiere que le sirva ahora su comida?.- pregunté preocupada de que aún no hubiera comido nada debido a su estado
- No tengo hambre, gracias.- rechazó mientras se sentaba en el sillón.
Recostó su cabeza hacia atrás, relajándose
- Lauren, creo que será mejor que vayas a tu habitación y descanses un poco, te ves muy mal.- dije olvidando las formalidades, quería abrazarla y poder cuidar de ella, por desgracia no podía
- Estoy bie...
- Deja de decir eso.- interrumpí.- ve en estos momentos a tu habitación y yo te llevaré una sopa y algunos medicamentos.
Sin replicar más, obedeció
En cuando se fue me apresure a preparar una sopa y buscar entre los almacenes medicamentos que ayudaran a su recuperación.
En cuanto todo estuvo listo subí a su habitación y al abrir la puerta, me encontré con una imagen muy tierna de Lauren durmiendo abrazada a un león de peluche.
Dejé todo sobre uno de los muebles y me senté a un lado de la cama
Contemplé su rostro, era simplemente hermosa.
- Lauren.- hablé mientras le movía ligeramente por los hombros
- ¿Camz?.- preguntó adormilada, haciéndome sonreír
- ¿Como te sientes?
- Como si hubiera sido atropellada.- se quejó.- deberías darme una cogida para calentarme
- ¿Qué?.- pregunté nerviosa, no sabia si había oído bien
- Que deberías traerme una cobija para calentarme.- me miró confusa
Mi mente me estaba mal, esto me estaba volviendo loca, fui por lo que me pidió y regresé a la habitación
- Tienes que tomarte estas pastillas.- le entregué las pastillas y un vaso con agua, se las tomó e hizo un gesto de dolor al hacerlo
- Mierda.- se quejó.- me duele la garganta
- Come esta sopa que te va a ayudar
- Pero no tengo hambre.- negó con la cabeza
- Lauren.- la señale con mi dedo en modo se advertencia
Suspiró.- Esta bien, ¿Sabes? A veces ni siquiera parece que yo fuera la jefa aquí.- soltó una pequeña risilla
Mientras la ojiverde comía aproveché para entablar conversación y así estuvimos durante mas de media hora.
Me armé de valor y decidí hablar seriamente con Lauren y declararle que estaba comenzando a sentir cosas por ella
- Lauren yo... Hay algo que necesito decirte.- dije haciendo que levantara una ceja y me mirara intrigada
- Claro, dime.- se acomodó mejor en su cama
- Yo creo que deberíamos de...- el sonido del celular de Lauren le interrumpió
- Un momento.- se disculpó para luego contestar
- Hola bebé.- era Emma, junté fuerzas para evitar girar los ojos frente a mi jefa.
- Ya estoy aquí.- sonrió.- eso suena genial amor, te espero.- sin más, colgó
¡Genial! Lo que me faltaba, ahora tendría que soportar a estas cogiendo como conejas por la casa, ¿Como lograría que Lauren se fijara en mi como lo hacia antes?
La tentaría hasta hacerla caer por mi.
Nadie se puede resistir ante los encantos de Camila Cabello, de eso yo me encargaría.
¡Hey! ¿Como les va?
Aquí tienen por fin el primer Capítulo de esta historia que será corta, como de 3 o 4 capítulos, no puedo escribir smut así que tendré que buscar ayuda porque mi mente esta bloqueada para pensar en esas escenas, en fin.
¡Saludos desde México!
