Summer ~Markhyuck~

Parte única

Si fuera un adulto y de aquellos que consideran la responsabilidad uno de los valores mas importantes no dejaría ni a los hijos de mi peor enemigo acercarse a los jovenes de NCT 127, desafortunadamente no soy adulto y mucho menos responsable.

Tenía 15. Él tenía 16. Ellos tenían mas de 19.

Acababamos de terminar uno de los ensayos mas agotadores que yo había experimentado en mi corta experiencia con el mundo de los Idols. Nos encontramos en la sala, habían corriendo todos los muebles creando un gran espacio en el pasillo, permitiendo que todos los presentes pudiéramos sentarnos en el piso y cerrar el circulo.

Me miraron. Los miré. Se miraron.

- Donghyuck, pon atención, igual tú, Mark. Vamos a jugar a algo de adultos, pero creemos que no sería malo si ustedes quieren jugar -Habló Teayong, posó sus ojos primero en Mark, luego en mí - Si juegan, tienen prohibido decir una sola palabra de lo que suceda aquí. Lo que pasa en el circulo...

- Se queda en el circulo -Contestaron los 7 adolescentes que estaban muy atentos a la escena.

- ¿Está claro? ¿Quieren jugar? -Mark asintió sin detenerse a pensarlo, hice lo mismo que él. Si Mark jugaba, yo también podía.

Tenía 15 pero era tan maduro como cualquier otro en esta habitación.

Empezamos. Había una botella de vidrio en el piso, esta daba vueltas hasta detenerse, a quien le cayera el pico podía hacer una pregunta o proponer un reto a quien le cayera la base de esta. Si la víctima se negaba a cumplir tenía que tomar una copita de una extraña bebida alcohólica que los mayores habían traído. No quise preguntar su nombre nuevamente, no quería que me tomaran por inexperto.

Empezaron a jugar. Me quería ir, no porque tuviera miedo solo que no tenía nada en común con ellos. Las preguntas eran referentes a experiencias que yo todavía no había tenido la oportunidad de tener, solo de pensar en los retos podía sentir mis mejillas enrrojecer.

Tenía 15 y claramente no tenía la misma madurez como cualquier otro en esta habitación.

Por primera vez la botella me encaró, pero lastimosamente me tocó la base. Jaehyun me sonrió.

- Verdad o reto, morenito.

- Reto -No supe el porque de esa respuesta, probablemente era consciente de que las preguntas en mi caso no iban a ser divertidas.

- Bebe la copa que ya está servida de Kloud, si haces alguna mueca le tendrás que dar un beso a Mark.

- ¡Eh! eso no es justo, es el reto de él, quién tiene que sufrir es él no yo.

- ¿Sufrir? ¿Tú? ¿Por un beso que te de Donghyuck -Dijo Johnny tratando de pronunciar bien - Ni tú te lo crees

Todos rieron. Yo reí. No entendí a que se refería.

Tome el pequeño vaso y lo acerqué a mi boca ¿Por qué acepté jugar? Tomé. Pensé que no había hecho ninguna expresión, pero me di cuenta de mi error cuando sentí una de las mano de Mark acunar cariñosamente mi muslo y su calido aliento golpear mi rostro, olía a menta y un poco de este trago ¿Él había pasado a alguna de sus penitencias?

Me deje llevar, me acerqué alargando cada segundo. Fue tan increible como había imaginado tantas veces y puedo asegurar que hasta mejor. Sus dos manos sostenían mi cintura. Mis manos apretaban sus hombros. Mágico.

Se volvió una actividad común. Ensayabamos, comiamos, jugabamos, nadie mencionaba nada. Algunas veces era mejor, pues los mayores pasados de tragos empezaban a cantar sin importarles el cuidar sus voces y cada nota, me unía a ellos por la emoción que me transmitían, Mark siempre se unía después de que yo lo hiciera.

Ahora tengo 18. Él tiene 19. Ellos tienen más de 22.

Ya no me gusta jugar. Me da vergüenza pensar en esa época. Solo tenía 15 y como cualquier adolescente pretendía actuar como un adulto. Fue un gran comienzo y un espléndido año.

Pero me gusta más ahora.

Llegar a este punto fue mas complicado de lo que parece. Llavabamos unos cinco meses con nuestra rutina; pero me cansé, no me gustaba la actitud que ambos teníamos sobre nuestra relación y quise hablar. Necesitabamos dialogar y definir que eramos. Él me aseguró que yo iba por otro carril...

- No te confundas, Hyuck. En serio te quiero y me gustas, pero solo como amigos, no me atraes para nada más -Los ojos de Mark me miraban de una manera tan profunda que en su momento llegué a afirmar que miró mi alma, que leyó todo lo que sentía por él e iba a procurar no herirme. No fue así y me hizo una ligera grieta en la esquina superior de mi corazón; yo la sentí crearse -Lo que sucede en las noches es un juego, ellos te lo dijeron y yo te lo confirmo. Esos besos no significan nada para mi y debería pasar lo mismo contigo. Somos amigos, no lo olvides -Dicho esto inclinó su rostro y me dio un casto pico en los labios.

No tenía intenciones de dirigirle la palabra. No había necesidad ni motivo para hacerlo. Pero, como era de esperarse, volvió. Siempre vuelven. Pero no iba a ser tan sencillo para él esta vez. Tenía que ganarme y no se lo iba a dejar tan fácil.

- Ehhhh, tú, sé que me escuchas. ¡Donghyuck! Prestame atención -Me tomó por los hombros tratando de darme la vuelta y poder verme a la cara. No me moví ni un centímetro.

- No te confundas, hyung. Me gusta tu voz pero no me atrae escucharla sino es en una canción. -Dije cada palabra con odio, sé que él lo sintió. No gasté ni un segundo más y me dirigí a mi cuarto.

A la semana salió Whiplash, Mark me había dejado la letra de esa canción en mi escritorio con algunas partes resaltadas con amarillo:

"Eres mi antídoto [...]
Lo que necesito es honestidad. [...]
Me gusta estar solo excepto cuando estoy jugando contigo [...]
Mi mamá me decía que conociera a una buena chica. Mamá, por lo que veo mis preferencias ya se establecieron [...] "

Y en la parte inferior de la hoja venía escrito con su delicada letra y un sutil color rojo:

"Deja de ignorarme Hyuck"

Dejé de ingnorarlo. Dejé de jugar con los chicos. Nuestra amistad estaba en su mejor época aquél verano; enyabamos juntos, comíamos solos y las noches de película eran lo mejor.

No necesitabamos a nadie más cuando nos teníamos cerca.

Y, aunque nunca olvidaré ese verano, prefiero este:

Las noches de películas terminan siendo más que dos horas; nos levantamos uno al lado del otro, cubiertos por la misma manta, nuestras ropas reposan en el mismo sitio del suelo, nuestro cuerpos son tal enredo que no logro distinguir el fin de mis curvas cuando las suyas ya han empezado.

La hora de la cena es nuestro momento favorito. Por rutina y cariño solemos desayunar y almorzar con los demás miembro, pero la cena es solo nuestra, las bromas que nos rodean solo las entendemos los dos, la intensidad de nuestras miradas puede deleitar a los presentes pero a nuestros amigos los incomoda.

Gracias NCT 127 por ser tan irresponsable y permitir que un niño de 15 años experimente un verano tan apasionante pero lleno de alcohol.

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"2002" by Anne fue mi "inspiración" esta ocasión.

Gracias 🐞