Pov. Suga
Me levante como cualquier otro día con mi mal humor, mi cabello alborotado y con un calor inmensamente horrible. Baje a la sala y está mi mejor amigo jugando como siempre al frente del televisor.
-Tan temprano y jugando, ¿es enserio? –pregunte dirigiéndome a la cocina.
-No tenía nada que hacer –responde sin voltearme a ver.
-Quieres desayunar –digo mientras lavo mis manos.
-No, saldré con unos amigos –responde sin mirarme.
-Idiota –digo sumamente bajo para que no escuche.
Me volteo para prepararme algo para desayudar, cuando de pronto siento alguien besando mi cuello, volteo y es el.
Mi mejor amigo era un chico alto, piel un poco bronceada, unos ojos café chocolate, manos grandes con dedos largos bastante masculinas diría yo, un físico que todos chico quisiera tener aunque se la pasaba jugando videojuegos, voz bastante gruesa, labios color cereza y un poco gruesos. Una sonrisa cuadrada que yo tanto le envidiaba, tenía lunares por toda su cara y eso en lo personal me encantaba. Kim TaeHyung ese era el nombre del chico que consideraba mi mejor amigo hasta que...
-¿Qué demonios estás haciendo? –digo empujándolo hacia atrás.
-Por favor ayúdame Hyung –dice con una voz muy agitada.
Volteo a mirar hacia su piyama y miro un bulto en su entrepierna. Volteo a verlo de nuevo y veo como sus ojos color chocolate se estar tornando un poco oscuros. Muerdo un poco mi labio inferior sin que él se dé cuenta.
-Por favor, ya no puedo más –dice mientras se recarga en mi cuello.
Deja besos muy húmedos y se dirige a mis labios.
-Pero que rayos estás haciendo Tae –lo separo rápidamente de mí.
De pronto me carga a la fuerza y me avienta contra el sillón de la sala, era color negro y muy suave pero en ese momento no estaba pensando en el maldito sillón. Me intento levantar pero TaeHyung no me deja.
-Te lo pedí por favor, conste que no quisiste por las buenas –dice mientras agarra mis manos y las pone arriba de mi cabeza.
TaeHyung era conocido por ser un chico tierno y amigable pero por dentro era un chico posesivo y demasiado celoso, yo lo conocí cuando íbamos en secundaria y desde que hable con él lo considere mi mejor amigo. Pero nunca se había comportado así.
Quise quitarlo pero no pude ya que me ganaba en fuerza y eso era obvio yo odiaba el ejercicio y me daba mucha flojera ya que me la pasaba componiendo canciones.
-Tae por favor, no hagas ninguna locura de la cual te puedas arrepentir –digo mientras me agarra con más fuerza.
-Lo siento Hyung, enserio lo siento –dice mientras se acerca y me besa.
Sus labios se sentían tan bien, eran dulces como el caramelo, con una de sus manos comenzó a quitarme mi piyama sin soltar con la otra mis manos. Comience a agitarme demasiado, mi respiración aumentaba y era notorio.
-Sabes tan bien –dice mientras se dirige a mi cuello, comienza con pequeños besos para luego morder cada parte de mi cuello dejándome marcas y chupetones.
Me quedo como idiota sin moverme, intentaba moverme pero mi cuerpo no respondía, mi mente decía algo pero mi cuerpo se movía solo.
Al paso de unos segundos Tae suelta mis manos y dirige las suyas hacia mi cadera. Por alguna extraña razón empiezo a quitarle la camisa y la piyama dejándolo en bóxer.
