Luvia de pétalos [YoonMin]

Lluvia de pétalos

     Un nuevo día comenzaba, el sol salía con todo su esplendor,  bañando todo a su paso con una luz cálida. La campana de una tienda siendo abierta sonaba, avisando la entrada de un nuevo cliente.

-¡Buen día!

-Buen día... busco un tipo de orquídea que sea algo extravagante y agradable a la vista...

   El chico pelirosa sonrió ante la incertidumbre contraria.

-Claro, tengo algo en mente. Espere por favor, enseguida se lo traigo.- El chico desapareció rápidamente entre hojas verdes y pétalos coloridos.

-Aquí- le tendió un elegante ramo de flores con tonos de rosa, detalles en blanco sobre sus pétalos, y con lo que parecía una mariposa amarilla con sus alas desplegadas ocupando el centro de cada flor.- Es un tipo de orquídea conocida comúnmente como orquídea pensamiento. ¿Le gusta?

-¿Si me gusta? ¡Me encanta! Quiero un ramo grande, por favor. ¡A mi esposa le encantarán!

-Claro, enseguida vuelvo- le respondió animadamente yendo a formar un lindo y gran ramo.

-Gracias por estas flores, ¡son bellísimas!- exclamó el hombre antes de marcharse de la tienda.

   El chico lo despidió con una brillante sonrisa en su rostro y con una agradable sensación en su pecho.

-Ah~ hace cuanto no me sentía así...-pensó en voz alta mientras se recargaba en el mostrador de la florería.

   Como si fuera llamado, el recuerdo regresó a él inevitablemente, dejándole  una amarga sensación dentro de su pecho, provocando que un fuerte dolor palpitara dentro de él. No se creía capaz de olvidar, ni mucho menos de superar aquello que aún le atormentaba en ocasiones. Sólo podía acostumbrarse a vivir con ello. Si, Park Jimin ya no era el mismo de antes. ¿Quién lo sería con una flor creciendo cada día agonizantemente dentro de ti?

   Él solía estar enamorado de su mejor amigo, Jeon Jungkook. Su madre le había advertido muchas veces antes de irse al cielo, le había cuidado y dado todo el amor que necesitaba. Pero cuando esto ya no fue posible, cuando ese amor se cortó abruptamente, ¿Cómo iba Jimin a calmar su dolor? ¿Quién le daría ese amor que tanto necesitaba?. Su mejor amigo siempre estuvo ahí con él, apoyándolo, consolándolo, dándole un lugar donde poder llorar en paz. Pero, ¿quién pensaría que con el tiempo ese dolor se transformaría en amor? Y no de la clase de amor que se siente por un amigo querido, no. Jimin se había enamorado de su mejor amigo. "¿Y ahora que hago?", esa había sido su pregunta más recurrente al darse cuenta de lo que sentía. Una bruma de temor, mucho temor, lo envolvió. El miedo a ser rechazado y reducido a pétalos negros lo atormentaba día y noche. Hasta que un día, se armó de valor y decidió ir a confesarse, ya no importaba si el otro lo rechazaba, él no podía obligar al otro a sentir, ni mucho menos podía obligarse a sí mismo a no sentir. Quería deshacerse de esa pesada carga con unas simples palabras. Pero, ¿Quién pensaría que esas palabras no serían necesarias?, porque, al dirigirse al lugar de trabajo de Jungkook, no fue necesario ni una palabra para saber que estaba siendo rechazado, sólo la simple vista de su mejor amigo besando cariñosamente a otro chico fue suficiente para dejar en claro  esto. ¿Irónico no? Él planeaba resistir el dolor de un rechazo luego de haber liberado su carga soltando todo lo que tenía para decir respecto a lo que sentía, ¿pero quién se habría imaginado que ni esto le sería permitido? No fue necesaria ninguna palabra ni mirada para saber que su amor no era correspondido, sólo corrió por las oscuras calles, llorando desconsoladamente y apretando su pecho ante el  insoportable dolor que se hacía presente.

   Tres meses habían pasado desde eso, Jimin se había alejado lentamente de su mejor amigo, seguían manteniendo contacto, sí, pero no como antes. Ahora ya nada de lo ocurrido importaba, él sólo quería disfrutar de la vida. Ya nada cambiaría. No podía cambiar el sentir del otro, aunque eso tampoco ayudaría mucho. Se había prometido a sí mismo ser positivo y seguir adelante, ignorando completamente el dolor que a veces aumentaba.