De Sueños y Pesadillas

Un concierto, deadpool y alguien importante

Sería un concierto en mi ciudad, en el cual estaría mi grupo faorito, que por si no se han dado cuenta, es Monsta X, por alguna extraña razón teníamos que ir disfrazados y con alguna pareja, no necesariamente romántica.

Un chico no muy agraciado el cual desconozco pero que por alguna razón en este sueño, intentaba tener algo conmigo, éste sería mi acompañante obligatorio para el concierto.

Estábamos escogiendo los disfraces en una tienda demasiado grande para ser normal, más que tienda, parecía una plaza. Al estar buscando el disfraz de pareja que más me gustara encontraba una puerta, con señales en inglés las cuales indicaban que justo YO, no podía pasar.

Al ser exactamente YO, entré a la puerta a lo cual parecía ser una especie de búnker, y lo veía.

Veía al gran Deadpool, en un sillón, dándome la espalda, pero cuando volteó hacia mi al notar mi presencia, no era exactamente el, era alguna versión putrefacta y terrorífica. Se acercó a mi, demasiado como para ser normal pero yo no le tenía miedo o al menos intentaba no tenérselo, no podía dejarme vencer así aunque ahora que lo pienso era horripilante y debí de haber corrido en el instante en el que puso sus ojos sobre mi.

Cambié de escena, ya estaba disfrazada, de Bella de The Beauty and The Beast junto con todas mis amigas, primera fila. El grupo de siete integrantes estaba frente a mi pero mis ojos solamente podían ver a uno, Kihyun, el vocal principal aunque el no es mi favorito en el sueño parece que lo era. Volteaba a ver a una de mis amigas la cual en la realidad lo ama con su existencia entera.

— ¡Mira! Kihyun se ve hermoso y está frente a nosotros —exclamé tomando su brazo y agitándola varias veces pero ella parecía ignorarme por completo.

La escena cambia al final del concierto, estabamos en algun tipo de after party en la casa de alguien.

Estaba dentro de una habitación muy bonita de un dueño anónimo, parada al lado de la cama estaba mi mejor amiga emocionada hablando acerca del maravilloso concierto que tuvimos, y la suerte que era verlos por una cuarta vez. Veo acercarce a alguien de lejos, lo distinguiría desde mil kilómetros de distancia en cualquier momento de mi vida.

Miro muy poco disimuladamente a mi mejor amiga, abro los ojos indicándole que voltee y cuando voltea ya es demasiado tarde porque el está justo a nuestro lado.

— Hola —saluda como si fuera cosa de todos los días

— Hola

—¿Puedo hablar contigo? —volteó a ver a mi amiga como indirecta

Volteé a verla yo también para que supiera que no quería que se fuera, la necesitaba a mi lado, como siempre, pero le dió exactamente igual y se marchó de la habitación.

—¿Qué pasó? —pregunté preocupada, jamás en la vida esperé algo así. Tampoco fui grosera por el hecho de que somos amigos.

—Ten —desposita una cajita transparente con algo extraño lo cual parecen ser alguna especie de pastillas color azul. — Cuando te sientas triste o estés en algún momento difícil, no se te olvide que siempre estaré contigo. Toma una y estaré ahí —siento un beso en mi frente y su cabello rozar mi mejilla.