Resilient es un mundo divido.
»En el origen, había dos dioses, Primal, el dios de la vida, la luz y el crecimiento, y Finale, el dios de la muerte, la oscuridad y la marchitación. Juntos, como hermanos que existen desde el origen del universo. En su mismo instante de nacimiento, Finale (el mayor) creo la oscuridad que rodea el universo, y entonces, Primal creo la luz, miles de millones de fuentes de luz en este enorme vacio de oscuridad; las estrellas.
»Ambos hermanos fueron, de esa manera, creando y destruyendo la creación del otro, hasta que finalmente encontraron el balance, un ciclo irrompible que decidieron iniciar con lo que llamarían vida, y cerrar con la muerte. Pero Primal no estaba satisfecho. Al ser el hermano más joven, ansioso y consiente de sus capacidades, decidió crear a Natura, su primer hija, la primer Divina, una ser inmortal, capaz de crear materia, consiente y bondadosa como su padre, pero había un pequeño problema. Al ser inmortal, rompía el ciclo que Primal y Finale habían creado después miles de años de discutir, esto molestó a Finale, decidió entonces asesinar a Natura en venganza a su hermano, pero este no lo permitió, enamorado de su propia hija, Pimal le pidió misericordia a su hermano mayor, otorgándole como compensación un regalo, una creación solo para él, su propio hijo inmortal. Así nació Necros, el que ahora se encargaría de marchitar cualquier creación de Natura, manteniendo asi el ciclo que sus padres habían fijado, y que juraron nunca más romper; algo que desafortunadamente no se mantendria por mucho más.
»Natura creo los mundos, los doto de materia, embelesado por sus creaciones tan hermosas, Primal les otorgó vida, Necros, a su vez enamorado igual de las creaciones de su prima, se vio maldecido por la herencia de su padre, marchitando toda creación de Natura a la que se acercaba, ganándose así el rechazo de la creadora, quien terminó correspondiendo a Primal sus sentimientos, dando como fruto de su amor a Evol, divinidad del amor, y creador del alma.
»Con el nacimiento de Evol, la envidia de Necros creció más, frustrado por sus intentos de acercarse o ganarse el favor de Natura, toda esa devoción que le mostraba se fue convirtiendo, poco a poco, en una obsesión incontrolable, que terminó en el hijo de Finale tomando por la fuerza a Natura, procreando con ella una hija, Sin, divinidad del odio, corrompedora de voluntades.
»Primal y Natura tendrían más hijos, Libero, Musa y Bravo, y en celebración de sus nacimientos, crearon un nuevo mundo a quienes Primal y Natura otorgaron su mejor obra, la humanidad, Evol, emocionado por la creación de seres tan increíbles, incrusto en su mundo la fuente de luz, que alimento a los seres con vida del mundo de una luz que nunca había existido antes, un alma, una luz que invadia y llenaba toda la vida del planeta, que conectaba a todos los seres.
»Pero Necros no estaba contento aun, así como Primal y Natura tenían más hijos, él no se permitía dar descanso, pero al estar separado de su deseada Natura, decidió entonces utilizar a su propia hija. Sin dio a luz a tres hijos más: Luzbel del castigo, War del conflicto y Haras, heraldo de la muerte, liberándolos tan llenos de odio como sus propios corazones dictaban, desatando el caos en el mundo que Natura y su familia habían creado. Decepcionados por la oscuridad traída por Necros a su creacion, Primal y Natura decidieron abandonar a la humanidad, pero Evol, como primogénito de Natura, aún alimentado con esperanza y amor por la creación de sus padres, convenció a sus 3 hermanos de permanecer en Resilient y ayudar a la humanidad a resistir la oscuridad que los hijos de Sin y Necros habían traído, liderados por su primogénito Luzbel, pero la humanidad y sus capacidades eran impredecibles, desataron hambrunas, guerras, masacres, destrucción, pero con ellas había brotes de esperanza, conciliación, paz, amor. Las 7 Divinidades observaron lo que habían hecho, Evol, arrepentido por haber desatado el conflicto sobre el mundo, ofreció un trato a Luzbel, dejarían a la humanidad en paz, y dejarían que ellos mismos eligieran su destino. Luzbel se negó, pero acepto los términos de un conflicto más "pacífico", cada una de las divinidades les otorgaría un regalo, aquellos humanos que juraran devoción a uno de ellos, recibirían dones y habilidades únicas, el conflicto de los dioses seria definido por los humanos, Evol aceptó, cansado y derrotado, pero aun con esperanza.
»Libero les otorgo la reliquia de sabiduría, aquellos que le ofrecieran devoción, tendrían acceso al conocimiento y comprensión del mundo que los rodeaba, a estos humanos los llamarían Revos, aquellos que han traído la medicina, tecnología y ciencias que ayudan a la humanidad a progresar y mejorar su vida.
»War les dio la espada de la victoria, un arma que otorgaba el conocimiento de fortalezas y debilidades de cualquier enemigo, en su afán de poder y dominación, quienes le dedicaron devoción fueron nombrados Opres, y crearon entre tantas cosas, las armas que han traído muerte sin freno a civilizaciones enteras.
»Bravo les otorgo el escudo del valor, sus devotos serian conocidos como Héroes, personas que hacen sacrificios para traer justicia y prevalecer ante las fuerzas de la destrucción.
»Musa les otorgo el cristal de magia, a sus devotos los llamaría Ninfets, serían capaces de controlar y canalizar la luz dentro del mundo para poder hacer cosas imposibles.
»Hassan el menor de los hermanos de Luzbel, por su parte les otorgaría las runas oscuras, que a diferencia del cristal de magia de Musa, era capaz de consumir la luz de las cosas, marchitándolas y deshaciéndolas a costa de un poder y capacidades impensables. A estos los llamarían Kiras.
»Luzbel, en su soberbia y egocentrismo, regalo a 7 de sus hijos, fecundando a 7 mujeres hermosas en el mundo humano, con tiempo, 7 generales que liderarían a los humanos hacia su propia destrucción, seres llenos de poder y ambición capaces de traer corrupción y caos al mundo. Serian conocidos como Daemons.
»Evol, en un último intento por mantener la esperanza, decidió crear para los humanos a los 5 Sages, seres superiores, alados, llenos de luz, que guiarían a los humanos por el camino de la vida, la justicia, el amor, la tolerancia y la creatividad.
»Esto no eral el fin sin embargo, Evol y Luzbel, se exiliaron a sus propios mundos, con la promesa de volver cuando el conflicto humano estuviera en su última etapa. Pero las demás divinidades decidieron quedarse, vigilando y bendiciendo a sus devotos...