uno

59 7 24
                                    

-; narradora.

El frío lo estaba consumiendo, aquel pequeño manto no daba abastos. Sus pies helados, al igual que sus manos; no soportaría otro día más en este invierno. Junto sus manos y comenzó a soplar en estas aire caliente con la intención de que a estas se le fuera el frío. Ni la chimenea le había ayudado ya que la madera se estaba consumiendo y no podría salir a conseguir mas porque el clima estaba empeorando a medida que pasaba el tiempo.

Se levanto de aquel sillón y se dirigió a la pequeña ventana que daba hacia la cuidad. Al asomarse sus expectativas de que pudiera salir se fueron a la mierda, viendo la nieve cubrir toda la carretera y su pequeña casa. Fijo su mirada en un local el cual estaba a lo lejos, en el cual vendían madera y bebidas calientes, como: café, chocolate y té. No aguanto sus ganas y se colocó el suéter junto con sus guantes y botas, encaminándose hacia aquel local; el cual estaba vacío, o eso pensaba.

— Buenos días, joven —le hablo con aquella voz ronca el señor de unos sesenta y pico de años.

— Buenos días, señor. Me podría dar dos troncos de madera y un café —pidió el chico de cabello azabache.

— Claro enseguida, le gustaría esperar el café allá sentado —le señaló un banco y este asintió sonriéndole.

El chico se encaminó hacia este y se sentó tarareando la letra de una de sus canciones favoritas; Gashina.

El sonido de las campanas resonar en local, al ser la puerta abierta lo desconcentró, pero no tan solo eso, sino el fuerte olor a coco; su fragancia favorita. Al desviar su vista hacia aquella persona, se pudo dar cuenta que provenía de un chico de cabello rosa, más bajo que él era evidente, y mejillas abultadas.

-; jeong jungkook.

— Buenos días, JonTan —le saludo este al señor con una voz no tan peculiar; aguda.

— Buenos días, pequeño Chim
—le revocó el cabello haciendo que este cerrará sus ojos y riera bajo, causándome ternura.

— ¿Cómo haz estado? —recostó su cabeza en sus manos ya apoyadas en la barandilla.

— Genial, ¿y tú? —le miro el señor preparando mi café.

— Se puede decir que bien, el colegio me tiene en estrés —inflo sus mejillas en un intento de suspiro.

— Es entendible, el colegio puede ser bastante fuerte aveces, pero eres un chico inteligente, ¡tú podrás! —le sonrió el señor y el chico río.

— Lo sé, gracias JonTan —lo abraso como pudo— ¿Y ese café, para mí? —iba agarrarlo pero el señor le dio un pequeño golpe en sus manos advirtiéndole de que no lo tocara— Auch~, ¿que sucede?

— Esto no es para usted tonto, es para el joven —desvío mi mirada hacia mí y así mismo hizo el chico, al verme sus mejillas se tornaron de un color rosado y bajo la mirada avergonzado causándome ternura nuevamente.

— Y-yo...lo siento... —hizo una reverencia hacia mí y por ende le sonreí.

— Tranquilo —me miró por unos segundos para luego bajar su mirada hacia sus pies.

— Aquí tiene joven, que se aproveche —me entrego el café—. La madera la tengo ubicada al frente de la puerta.

— Esta bien, gracias —le sonrei haciendo una reverencia y volviéndome a sentar para disfrutar de mi café.

— A la orden joven —se encaminó hacia el chico—. Bueno y ¿tú qué harás? —le hablo a el chico.

— No tengo en donde quedarme —hizo un puchero—. Mi padre volvió y me saco de la casa...

— Como ese hombre puede ser tan descarado, es un infeliz —el señor se veía furioso.

— Lo se, mamá dijo que lo sentía —se encogió de hombros sollozando.

— Tranquilo Chim —este lo abrazo y el chico volvió a sollozar.

— ¿Me p-puedo quedar e-en tu casa? —hizo un puchero entre sollozos.

— Chim~....hoy no puedo. Viene Janie y sabes cómo es ella —el señor lo miró con culpa.

— Esta bien, n-no te preocupes, puedo dormir otro vez afuera
—trato de sonreírle pero le fue imposible—. Ya me voy, sé que tienes clientes, te quiero JonTan —le abrazó y el señor le correspondió.

— Lo siento Chim —el chico negó dándole a entender que no tenía que disculparse y hizo una reverencia saliendo del local.

Rápidamente me levante del banco y me encaminé hacia la salida tomando la madera y dándole las gracias al señor pagándole. Ya afuera, detuve a el chico de cabello rosa.

— ¡Hey, tu! —le llame.





















vote & comment.
plox~ 🌬

머리 - cocoland; kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora