dos

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-; jeong jungkook.

El chico se detuvo en seco y se volteó a verme confundido.

— Mm~ ¿si? —me miró tímidamente.

— Yo sin querer escuche lo que hablabas con el señor, sé que no nos conocemos, pero este frío está fuerte. Si quieres te puedes quedar en mi casa que es aquella —la señale y este se volteó a verla para luego verme—, solo en lo que pasa la tormenta. Si quieres después de esta noche te puedes ir —le propuse con nervios de lo que pudiera decir.

— N-no es mu-mucha molestia, no nos co-conocemos —habló avergonzado y tímidamente, bajando la cabeza.

— Claro que no, confía en mí —le sonreí para darle confianza y este asintió sonriéndome.

— Gracias, gracias, muchas gracias —se acercó a mí corriendo para abrasarme haciéndome sobresaltar sorprendido. Luego de unos segundos le correspondí.

— De nada —le sonreí al separarnos—... Bueno vamos
—camine al frente de este y vi que me seguía contento.

[...]

— ¿Quieres té? —le ofrecí y este asintió.

— Por favor —me sonrió tímidamente y yo asentí.

— Enseguida —entre a la cocina y puse a calentar el agua— ¿¡Con azúcar!?

— ¡Por favor! —contesto este.

Serví los té en dos tazas y las tome encaminándome hacia la sala.

— Aquí tienes —le entregue una.

— Gracias —la tomo sonriéndome.

— De nada —me senté a su lado disfrutando del té—. Mm~, ¿como te llamas? Si puedo saber, claro.

— Park Jimin, ¿y tú?

— Jeong Jungkook —lo mire y este me sonrió con las mejillas enrojecidas—. ¿Cuántos años tienes?

— Veintiuno y ¿tú?

— Veintidós, pensé que eras de mi edad —lo mire sorprendido.

— ¿Cuándo cumples?

— Septiembre, ¿por? —lo mire confundido.

— Por eso, yo cumplo en octubre. Todavía no e cumplido los veintidós —me sonrió dejando la taza a un lado.

— Oh~, pues es un placer conocerte...

— El placer es mío, de verdad que gracias por dejarme quedarme aquí —bajo la mirada.

— No tienes que agradecer, confió en ti créeme —le sonreí y este me miró atento.

— Gracias... —suspiro mirándome, poniéndome un poco incómodo.

— Mgh~ —carraspee y este dejo de mirarme—, te llevaré a tu habitación.

— Oh~, no, no. Yo puedo dormir aquí —palmeo el sillón—. Aquí es cómodo —me sonrió tan ingenuamente, dándome ternura.

— ¿Porque eres tan tierno?

— ¿Ah? —se avergonzó— ¿De qué hablas?

— Eres demasiado tierno, y no te dejaré dormir aquí. Dormirás en una habitación de arriba —lo tome de la mano jalándolo hacia arriba, lo mire por el rabillo del ojos y pude ver que estaba sonrojado, sonreí por ello y entre a la habitación—. Te quedarás aquí.

— ¡Wao~! Esto es muy grande
—comentó contento tirandose a la cama— ¡Esto es genial! —chillo como niño chiquito haciéndome reír— Oh~, yo lo siento —se levando rápido haciendo una reverencia—. Esto será por un día, lo prometo...

— Tranquilo, puedes quedarte los días que quieras —le sonreí pero  este negó.

— No te preocupes, yo solo estaré por hoy, gracias —habló seguro sonriéndome.

— Bueno, entonces te dejo. Buenas noches —hice una reverencia y este sonrió.

— Gracias, igual —agito su mano y yo reí saliendo de la habitación.

— Ternurita... —murmuré sonriendo como tonto.

[...]







































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⏰ Última actualización: Nov 20, 2018 ⏰

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