Realidad Virtual

Capítulo 1

—¡Mierda! —exclamé al segundo que Bryson me mató y al ver como festejaba mí derrota.

—¡Si¡ —festejó él mientras yo intentaba aguantar la risa. A pesar de que me haya ganado me causa gracia su reacción. —¿Jugamos una última? —preguntó todavía emocionado por el resultado de la partida anterior

—Lo dejamos para mañana. Estoy cansada y tengo hambre. — dije exhausta.

—¿Comemos algo en Salvator's pizza? ¿O en Green & Blue? —propuso mientras salíamos de la sala de juego.

—Sabes que amo la comida de Green & Blue pero necesito comida real. —dije algo triste ya que realmente me encanta la comida del Green & Blue.

—Está bien. —dijo al darse cuenta de que no iba a cambiar de opinión.— Pero mañana vamos, y con Michael.

—Obviamente vamos a ir mañana.—dije sonriendo.— Adiós, y avísale a Michael sobre mañana.

—Adéu. —dijo en catalán mientras yo me elevaba y volvía a la realidad.

Apenas volví me senté en el ataúd y salí con cuidado ya que me dolía el cuerpo por una partida que jugué con Bryson en la RedVirtual.

La RedVirtual es increíble. Es tan realista que a veces, como en estos casos, deseaba que la tecnología no fuese tan avanzada. El ataúd, una cápsula dónde te acuestas para jugar  a RedVirtual, consigue que experimentes hasta la más mínima, si bien existe la posiblidad de que tenga menos información sensorial pero ¿para qué molestarse en jugar si no lo hacía en serio?. Lo mejor de todo es la comida que a pesar de estar en realidad virtual el ataúd te alimenta por vía intravenosa con nutrientes auténticos y saludable.

Salgo de Ataúd y mi teléfono suena notificando un nuevo mensaje.

Bryson: Mañana. 12pm. RedVirtual. Green & Blue. Los tres.

Bryson: PD: destrocé a Sarah hoy en Sangre Vital.

Sarah: Me gana una vez y se cree genial. Michael, ¿podrías dejar de dormir?

Michael: No. No es mí culpa que hayas estado de vacaciones y Bryson me haya hecho jugar todo el día todos los días.

Sarah: Ya ya, dejá de quejarte. Voy a prepararme la cena. Adéu.

Dejé mí tablet cargando en mí habitación, agarro mí teléfono para poder escuchar música mientras calentaba un poco de comida.