Era verano, me llamó por teléfono Elena, la esposa de mi padrino, nos habíamos encontrado de casualidad hacia unos 10 días, ellos tenían una casa de fin de semana a unos 40 Km de la ciudad. Ese día ella me había comentado que tenían un problema eléctrico y yo me había ofrecido para verlo e intentar solucionarlo.
Nosotros no teníamos en realidad casi ningún tipo de relación, no solo con ella sino también con mi padrino. Él era marino mercante y pasaba buena parte del tiempo navegando, ellos tenían una hija adolescente a quien yo no conocía.
Me sorprendió su llamado y casi me disgustó porque me arrepentí de haberme ofrecido, pero bueno no me quedó otra que ir, así que quedamos en ir el jueves, ella pasará a buscarme por casa. Charló un poco con mamá antes de irnos. La idea era terminar el trabajo ese día y volver a la noche.
Creo que en realidad empecé a conocer a Elena ese día. Al salir ella dijo:
E: ¿Sabes manejar?
G: Si
Me pasó la llave del auto y dijo:
E: Bueno entonces maneja vos; a mí no me gusta hacerlo, me pongo muy nerviosa
Era la primera vez que estábamos juntos tanto tiempo, que podíamos charlar y conocernos, a poco de estar juntos me sentí muy a gusto con ella. Mi idea sobre Elena que era una mujer de buena posición económica era la de una mujer caprichosa, engreída, orgullosa y arrogante, sin embargo era humilde, sencilla y divertida. Luego de un poco más de una hora de viaje llegamos a la casa Antes pasamos por una panadería a comprar facturas para el mate y algo para el almuerzo.
A medida que pasaba el tiempo estaba más a gusto con ella y empecé a verla de otra manera.
Elena me duplicaba en edad, ella tenía 38 años media 1,65, cabello castaño, largo y lacio, de piel blanca, cara agradable, cejas finas, ojos marrón claro una sonrisa dulce carita redonda, labios finos con rouge rosa tenue, y una sonrisa dulce ese día tenia puesto una remera blanca, de breteles anchos, collar de cuentas blancas con aros haciendo juego, escote bastante profundo, escote profundo por el que asomaban sus dotados senos, redondos y firmes, ajustada al cuerpo y un jean ajustado, de tiro bajo pegado al cuerpo, que mostraban un cuerpo torneado y una cola muy paradita, sus medidas: 95-70-90.
Luego de tomar mate, me puse a trabajar, el arreglo iba a llevar al menos 2 días, fui a una ferretería a comprar lo necesario para hacer el trabajo, así que entre una cosa y otra empecé a trabajar cerca de las 11 de la mañana, ella me ayudaba y yo por momentos disfrutaba el escote de su blusa que me dejaba ver algo de sus senos y de vez en cuando un pequeño corpiño blanco.
El día era infernal, excesivamente caluroso, eran las 4 de la tarde y el sol mataba, ella volvió de la heladería, así que hicimos un alto, en un momento nos miramos con asombro un trueno impresionante sacudió el ambiente y notamos como todo oscurecía, salimos afuera, un viento muy fuerte cruzaba el ambiente. Salimos corriendo a entrar las cosas que estaban afuera, cuando se largó a llover en forma torrencial, estábamos en el inicio de un tornado, junto con la lluvia comenzó a granizar, entramos a la casa algo mojados.
Ver a Elena así me turbó, su largo pelo mojado se enredaba en el cuello, su remera blanca se le pegaba como una segunda piel transparentando su delicioso cuerpo por el frio y su remera mojada mostraba sus pezones desafiantes, sus brazos mostraban su “piel de gallina” por el cambio climático… la miré y dije:
G: Estas helada
E: Si estoy muerta de frío
Afuera el tiempo era de terror, no se veía casi nada, volaban hojas, se caían ramas. Encendimos la radio, el tornado estaba en su máxima potencia, las calles estaban inundadas, había árboles caídos y las recomendaciones era que la gente evitase salir. En ese momento sonó el celular de Elena, era mi madre que quería saber cómo estábamos y que nos recomendaba no salir… que era una decisión que ya habíamos adoptado, era muy peligroso salir.

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Relatos eróticos
RomanceEste libro contendrá algunos relatos eróticos en su mayoría propios y otros encontrados por ahí!