Y se miraron, se miraron largas horas intentando captar hasta el más mínimo lunar del otro.
Y se besaron, unieron sus labios sintiendo la dulzura del otro, movieron sus belfos con suaves caricias al compás de una lenta canción.
Y se acariciaron, lo hicieron de manera tan suave que se sintieron entre nubes.
Y se amaron, se amaron con tanto fervor que en el momento en el que el gatillo se jalo y la bala los atravesó sus ojos se miraron otravez transmitiendo su amor.
-Auri