Capítulo 1.

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Desperté con los molestos rayos de sol pegandome en mi hermoso rostro.

¡Pero que diablos!

-¡Aymarin! Levantateeeee.-me grito mi pequeño hermano en el oído ¡EL OÍDO!

-¿QUÉ QUIERES ADRIAN?- le grite molesta.

-Tengo hambre y mamá ya se fue a trabajar- me respondió haciendo carita de perro abandonado, aww como decirle que no a esos pequeños ojos verdes.

-Esta bien, ahora voy.-Le respondí y el se bajo de mi cama corriendo.

5 minutos después me encontraba haciendo Hotcakes con chispas de chocolate, cuando de pronto escuché un grito... pero que...

-¡Ahhhh! Adrián sale de mi cuarto ahora mismo- si mi gruñona hermana acaba de despertar

-Adrian, Adamaris dejen de pelear y bajen a comer - les grito algo fuerte que sentí dolor de garganta.

A los pocos minutos bajo Adrián un poco agitado y Adamaris detrás con cara de pocos amigos.

-Adamaris, me deprimes podrías cambiar esa cara- me atreví a decirle... mala idea.

-QUE QUIERES QUE HAGA CUANDO ESTE ENJENDRO DEL MAL FUE A DESPERTARME EN SABADO ¡SABADOOOO! - me grito la morena enojada

-Ya entendí, no grites que no estoy sorda y baja ese cuchillo que das miedo - le respondí alarmada.

Después de eso nos pusimos a comer pacíficamente *inserte sarcasmo aquí* mi hermano le tiraba comida a mi hermana a lo que ella respondía con insultos hacia el y yo, bueno estaba abajo de la mesa protegiendome de una guerra de hotcakes, cuando alguien llamó a la puerta, bien quizás buscaban mamá o a la culona de mi hermana.

-¡Aymarin la puerta! gritaron mis hermanos al unísono, así que salí de la mesa a atender, no entiendo porque yo si ellos también tienen piernas, dúo de haraganes, culo grande, y así caminé insultando a mis hermanos menores.

Estando en la puerta, abrí para econtrarme con un monumento de hombre, alto, cabello castaño, ojos celestes y mejillas rosadas que lo hacían ver tierno y sexy ¡aww me lo como!

-Hola- le dije a lo que el se me quedo viendo raro, ¿tendré algún moco salido? un momento, es medio día y sigo en mi pijama de Winnie Pooh y mis pantuflas de unicornios, sin siquiera darme cuenta le cerré la puerta en la cara y corrí como alma que lleva el diablo a mi cuarto y me puse un short de mezclilla y una remera negra con letras blancas y mis vans negras y salí corriendo nuevamente a la puerta.

Y si, el dios griego seguía ahí.

-Hola, otra vez - fue lo único que see ocurrió decirle, a lo que el me vio divertido.

-Hola, soy Chris y soy nuevo en el vecindario- me respondió, con una sexy voz al igual que el, Oh por Dios, Aymarin controlate.

-Soy Aymarin y pues crecí en este vecindario, un gusto- le respondí extendiéndole la mano de forma educada que el recibió de igual forma.

-Aymarin ¿Quien busca? - hasta que se le ocurre hacer acto de presencia a mi hermana.

-Hey, hola- Dijo mi hermana con su chilloba voz al ver a Chris, no es que sea una zorra, no mi hermana no es así, solamente que le gusta hacer muchos amigos - soy Adamaris- termino de decir la culona.

-Hola soy Chris- respondió Chris que por cierto seguía sosteniendo mi mano.

-Mucho gusto Chris, me alegro que seas nuestro nuevo vecino, no todos los días viene un vecino sexy a saludar- Que dijo la culona.

-Bueno, me voy- dije ya que me estaban ignorando y no seguiría viendo como se sabroseaban con la mirada, así que decidí ir a mi habitacion y llamar a mi mejor amiga.

-¡Holaaaaa! - escuche que gritaban del otro lado del celular.

-Esther, ¿quieres ir de compras? - y la respuesta fue un grito de emoción.

-En 5 minutos llego- me respondió la rubia y colgó.

Vida de una AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora