Sin darse cuenta, Ricky comenzó a visitar el salón de Dasom con más frecuencia, todo con tal de poder mirar constantemente su bella sonrisa, cuyo hoyuelo terminaba por adornar, para darle al pelirrubio la vista más preciosa ante sus ojos.
Historia o...
Jeonghyeon: —¿Qué te parece ir al club esta tarde?
Ricky: —No puedo, agende cita en un nuevo salón para retocar el color de mi cabello.
Jeonghyeon: —Pero, habrá muchas chicas, puedes dejar tu retoque para otro día.
Ricky: —No, mi cita es en un nuevo salón, no quiero quedar como una persona irresponsable, además, no me interesa conocer chicas. —Palmeó el hombro de su amigo y adelantó su camino.
Jeonghyeon: —¡Oye, espérame! —Aumentó la velocidad de sus pasos hasta alcanzarlo de vuelta.
Jeonghyeon: —¿Estás seguro de que no eres gay?
Ricky: —Ya te dije que no.
Jeonghyeon: —Es que no lo comprendo. ¿A qué hombre no le interesa conocer chicas? Solo hay una explicación para eso, ser gay.
Ricky: —No seas idiota, hay muchas razones, y no solo se trata de ser homosexual. ¿Puedes ser un poco menos impulsivo a la hora de hablar y sacar conclusiones?
Jeonghyeon: —Entonces dame una razón por la cual no estés interesado en conocer a una chica.
Ricky: —No se trata de que no quiera conocer a una chica, solo... creo en el destino.
Jeonghyeon: —Nuestro frío e inquebrantable Shen Quanrui creyendo en el destino... imposible, invéntate otra excusa.
Ricky: —No miento, que sea serio y reservado no significa que los sentimientos sean nulos en mí.
Jeonghyeon: —Bien, como tú digas, necesito pruebas para confirmarlo, pero no te presionaré, supongo que el destino te encaminará a lo que te corresponde.
Ricky: —Solo dejaré que el destino me guíe, pero por ahora debo centrarme en librarme del aprieto en el que estoy.
Jeonghyeon: —Cierto. ¿Cómo vas con eso?
Ricky: —No es fácil hacer cambiar de opinión a mis padres, de mil maneras les he demostrado que no me interesa encargarme de alguno de los negocios familiares, pero, aun así, ellos insisten acorde a su deseo y no a lo que yo prefiero.
Jeonghyeon: —Ser el hijo de una familia rica tiene sus desventajas, y la única manera de que puedas seguir tu propio rumbo según lo desees es revelarte, claramente eso traerá bastantes choques familiares e inclusive entrará en peligro tu herencia, pero tú dijiste que deseas empezar desde abajo y fortalecer una fortuna por tu propia cuenta, así que, el que te reveles contra tus padres es la mejor opción que tienes por ahora.
Ricky: —Suena como un camino bastante riesgoso, no sé si deba hacerlo. —Respondió no muy convencido con el consejo del pelicastaño a su lado.
Jeonghyeon: —La decisión es tuya, solo recuerda ir por lo que te agrade a ti y no a tus padres. —Palmeó suavemente su hombro, una vez más.
Ambos continuaron su conversación hasta el momento en que debieron tomar caminos separados.
[...]
Minah: —¡Lee Dasom! ¿Dónde has dejado el acondicionador para cabello rubio?
Dasom: —Acá lo tengo, en un momento llegará un cliente, entonces estoy preparando todo con anticipación.
Minah: —Creo que necesitamos abastecer nuestros productos de trabajo, cada vez estamos obteniendo más clientes, además no sería mala idea contratar personal.
Dasom: —Probablemente, tú y yo debemos tener una profunda reunión para llegar a un acuerdo.
Minah: —Genial. ¿A qué hora llega tu cliente?
Dasom: —En treinta minutos.
Minah: —Suerte, impresiónalo para que desee quedarse como cliente fijo de nuestro salón.
Dasom: —Daré lo mejor de mí. —Sonrió y se dirigió a su puesto para continuar preparando todo lo que necesitaba.
Al pasar los treinta minutos un pelirrubio llegó consultando por su cita a las once de la mañana; Minah, quien en ese momento se encontraba en la recepción, le confirmó de su cita y le hizo ingresar, Dasom ya lo esperaba, lista para comenzar con lo que más ama hacer, dedicarse al estilismo.
Dasom: —Buen día, según me indicó mi asistente, viene por un retoque de color. ¿Cierto?
Ricky: —Es correcto, preferiblemente que sea el mismo tono de rubio.
Dasom: —Por supuesto, deje y le ayudó a colocarse la capa.
El rubio le permitió a la fémina ser parte del proceso y sucesivamente ella comenzó con su labor.
Al momento de realizar el enjuagado dejó que Ricky se recostara sobre la silla bajo su propia cuenta y luego ella le ayudó a acomodar mejor su cabeza sobre la base de la pileta, mientras acomodaba su cabeza ambos cruzaron miradas; Ricky, quien no le había prestado atención a la dama en todo ese rato, sintió un brincó en su pecho, sus mejillas tomaron una leve tonalidad rosa y su respiración se cortó por unos segundos, se sorprendió de su propia reacción, pero es que nunca había llegado a ver a una mujer tan bonita en toda su vida, es como si tuviese un ángel frente a él, quien lo miraba con algo de confusión pero sin dejar su trabajo a medias.
Por parte de Dasom, admite que se sintió nerviosa ante la mirada profunda de un hombre tan atractivo, al cual desde un inicio logró reconocer como extranjero, sin embargo, apartó rápidamente su mirada y comenzó el enjuagado, mientras sus mejillas trataban de regresar a la tonalidad de su color natural.
Cuando acabó todo su trabajo se permitió dirigirle la palabra para tocar el tema de una posible próxima sesión y sobre el costo del trabajo del día.
Dasom: —¿Quedó satisfecho con el tono que utilicé? Es realmente casi igual. ¿Cierto? —Preguntó mirándolo fijamente.
Ricky: —Sí, me gustaría agendar una próxima cita.
Dasom: —Claro, acompáñeme y mientras me fijo en fechas disponibles puede ir depositando su pago, mi asistente le atenderá en eso.
Ambos caminaron hasta la recepción, mientras tanto, Minah le echaba unas miradas curiosas al pelirrubio, al parecer estaba quedando encantada con la belleza de este.
Dasom: —Tengo disponible una cita en unos quince días. ¿Le parece bien?
El rubio quien ya se encontraba un poco incomodo por la fija mirada de la contraria, volteó a mirar a Dasom y le regaló una leve y tímida sonrisa, acompañada de un asentimiento de cabeza.
Dasom: —Bien, tome este folleto y por favor llénelo con su información de contacto y lo básico sobre usted, por favor especificar claramente en los espacios designados si es alérgico a algo, así podremos determinar que productos le benefician más, además de proteger su bienestar.
Ricky: —Me gusta su organización y método de trabajo. —Comentó y sonrió levemente.
Extrañamente el rubio no podía borrar de su mente la mirada de su nueva estilista, unos ojos de tonalidad amber y tan brillosos, parecían haberlo hipnotizado. ¿Pero por qué? Eso nunca antes le había sucedido.
Finalmente pagó su cuota y al salir le envió un mensaje de texto a su amigo Jeonghyeon, necesitaba contarle a alguien de su confianza, la extraña reacción de su organismo ante aquella intensa mirada que fue inmediatamente grabada en su mente, siendo proyectada cada segundo y generando miles de dudas y curiosidad en él.
Ricky: —"Lee Jeonghyeon, necesito verte con urgencia".—Indicó su mensaje.
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