Los Elegidos - Marianne Curley

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«La historia siempre la escriben los vencedores, y los derrotados crean un nuevo conjunto de mi

tos para explicar el pasado y adornar el futuro.»

Morris West              

PRÓLOGO

Ella tiene una melena negra y abundante, llena de rizos que se

mecen sobre los hombros. Tiene los ojos de un color azul mus intenso que los de él, que sabe que es una niña muy guapa. Es

la favorita de sus padres, pero a él no le importa. Se llama

Sera, y aunque sólo tiene diez años, es el alma que da fuerzas a

su vida.

¡Venga! Sera se vuelve para meter prisa a su hermano—. Va a florecer por primera vez. ¡No me lo puedo perder!

El chico corre tanto como se lo permiten sus cortas pier

nas.

¿Qué va a florecer?

La flor, idiota. La que he estado esperando todo este tiempo. ¡El lirio negro gigante!

Él se detiene en seco y da una patada al suelo con el pie izquierdo.

No me llames idiota.

Sera se gira. Abre los ojos de par en par de lo impaciente

que está.

—No lo decía en serio. ¡Venga, vamos!

El la sigue y le pregunta con inocencia infantil:

¿Cómo sabes que va a florecer?

Sera se detiene lo bastante como para lanzar a su herma

no una mirada de exasperación.

He observado cómo se ha ido formando el capullo du

rante los últimos tres meses. Hoy es el primer día del equinoc

cio de primavera. ¿Es que no sabes nada?

El chico echa a correr de nuevo e intenta seguir el ritmo de su hermana. Quiere ver florecer el lirio negro, un hecho que, al parecer, ocurrirá por primera vez esa mañana, pero no tiene ni

de lejos el mismo entusiasmo que ella. La emoción de Sera y el

privilegio de compartirla es lo que le da fuerzas para subir las

colinas cubiertas de hierba y adentrarse en el denso bosque

cuando empiezan a despuntar los primeros rayos del alba.

De repente, Sera se detiene, se sienta en cuclillas y suspira

aliviada.

¡No nos lo hemos perdido! Mira, ahí está.

Al final su hermano logra alcanzarla y, de pie tras ella,

observa el tallo largo y verde que sostiene un capullo negro de

forma perfecta. Inclina la cabeza hacia un lado.

—¿Es eso?

¡Claro que sí! Sera resopla sin apartar los ojos del ca

pullo

—. ¡Ahora calla y mira! Va a ser impresionante.

Desde que era muy pequeño, el niño ha sido consciente del

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2014 ⏰

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