Prólogo

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Rachel Zoe Johnson, el nombre el  cual nunca olvidaré ya que formarán parte de mi pasado. Porque desde ahora simplemente sere, Ricky.

Sé que todos pensaran que soy travesti o algo por el estilo pero simplemente estoy cansada, cansada de que llamen al sexo femenino el "débil".

Por lo tanto les demostrare que las mujeres también podemos hacer lo que hacen los hombres, vivir y ser como uno. Toda esta loca idea surgió en la salida de clases.

Los chicos hablaban de las chicas con las que se habían acostado y seguramente habían humillado por tratar de ser sus novias, el equipo de futbol se burlaba de una chica que había querido entrar pero no fue aceptada por "débil", más sin embargo, lo que más me enfadaba era ver cómo un chico maltrataba a su novia.

Corro hacia ellos y los separe justo a tiempo antes de que pudiera golpear a la pobre chica.

—Sueltame— susurro el chico con la mandíbula apretada, mientras yo sostenía su brazo en mi mano con fuerza.

—No lo haré hasta que aprendas a respetar a las mujeres— golpe su cara con mi puño pero solo se tambaleó.

Me proporciono otro golpe haciendo que el sabor a sangre apareciera en mi paila gustativa, me lanze sobre el haciendo que quedáramos en el sujeto mientras con una mano sujetaba sus brazos, aunque eso era lo que creía yo, rodo y ahora yo era la que había quedado debajo.

Sus manos comenzaron a apretar mi cuello dejándome lentamente sin aire, sabía que no podría hacer nada, nadie iba a hacer nada.

Lentamente cerré mis ojos sintiéndome casi sin aire pero al cerrarlos ya no sentía lo presión en mi cuello asfixiandome.

—Rachel, cariño, porfavor despierta— la voz de Freddy suena tan lejos casi inaudible.

Siento como mi cuerpo es cargado y alguien corre conmigo en brazos más sin embargo no veo.

Comienzo a mi sentir nada, a no oir nada y no ver nada cayendo lentamente en la inconsciencia.

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