Relatos Cortos

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Coazars, Pulsars, fuerza que dominan a nuestro Universo y luchan inalcanzable mente con otras fuerzas malignas, que ni los agujeros negros logran engullir, una fría lluvia de Abril, Orión, la más fuerte de las estrellas del cielo fue consignada a una travesía hacia un planeta que le llegaba a un momento crítico de su existencia.

Orión, poderosa y fuerte, al llegar a cercanías del planeta, entro en un proceso metamórfico, dejando su brillante figura redonda y transformándose en una dama, al momento de bajar a la tierra, disminuyó su tamaño poco a poco y cuando ya no fue peligro para el planeta entró a la superficie, descendió y se ocultó en un bosque cercano al río Ainat, al llegar a la tierra, empezó su transformación de estrella a humana, una luz brillante la rodeo y poco a poco tomo forma femenina, un cuerpo gris, con una piel suave y desnuda se alzaron y aun flotando sobre el suelo abrió los ojos y su luz aún se reflejaba en esos ojos grises destellantes y calurosos, al tocar el suelo, el color de su piel lentamente cambio de gris a un color de piel humana, camino durante un largo tiempo y unas cuantas horas después se encontró en una cabaña, que parecía abandonada, entro, reviso cautelosa mente cada rincón de ella y se percató de que de que no había nadie, subió y entró a la habitación principal, busco ropa aunque fuese de hombre y se vistió, Orión, como precaución y por gusto agarro una navaja y se cortó el cabello, su pelo brillante y grisáceo eran muy llamativos, así que se lo cortó y se colocó una gorra de sol.

Salió y en un par de minutos después, ya tenía hecha su encomienda... Pero al regreso, un evento muy inesperado cambiaría su vida, pues, en las calles vacías y oscuras se topó con una mujer en una esquina de la calle Aloibaf, un diminuto roce de dedos provocó algo que en ella jamás había pasado, una serie de imágenes recorrieron sus ojos, y todas estas eran de una señorita que ni siquiera había nacido, era posiblemente familiar futuro de esta, pero desde aquel día Orión estaba en una confusión. Ya que no sabía quién era esa niña bella que vio, y que fue lo que sintió, la vida le había regalado una premonición futura, y ella la aprovecharía, por supuesto que sí.

OriónWhere stories live. Discover now