Me arrastro, pero no es tan malo. Así puedo sentír las cenizas de lo que alguna vez fuí, de lo que alguna vez quemé, acariciando mi piel sin vida. Noto el contacto, pero no lo siento. Es irreal. Mi cuerpo está vacío porque mi alma se decidio a volar. Tengo la esperanza y el deseo de que sea felíz en algún lado.
No puedo sentír, pero aún así el dolor me sigue. El pasado me corre mientras yo apreto el paso.
Sigo arrastrandome, con las manos temblorosas y las uñas llenas de restos de vida. Mi vida. Más bien lo que era mi vida, mi mundo. Restos de mi ser.
Encendí mi corazón antes de estallarlo.
¿Soy o deje de ser?

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Mil dulces insomnios.
Phi Hư Cấu3:28 am. "Tranquila, Violeta. De alguna forma tienen que calmarse todos esos pensamientos."