Capítulo 3

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Me desperté con la alarma 

Lately, I’ve been, I’ve been losing sleep (Últimamente, he estado, he estado perdiendo el sueño)
Dreaming about the things that we could be (Soñando con las cosas que pudimos haber hecho)
But baby, I’ve been, I’ve been praying hard, (Pero bebé, he estado, he estado rezando mucho)
Sitting, no more counting dollars (Sentado, sin contar más dólares)
We’ll be, we’ll be counting stars (Estaremos, estaremos contando estrellas)

Un nuevo día comenzaría. Había pasado una semana de lo ocurrido con Connor. Debía seguir adelante. La escuela me habia dejado una semana para que me "recupere". Irónico, como si fuese tan facil. 

Desayuné junto a mamá y salimos rumbo a la escuela. Al llegar, estaban mis amigas esperándome. Muchos me observaban de arriba abajo. No los culpo, muchos habían perdido a su amigo, al igual que yo. Me adentré en el instituto, y fui en busca de los libros de geografía. El timbre sonó y nos indicó que teníamos que ingresar a nuestras aulas.

El señor O’Donnel estaba dando de sus clases, hasta que un llamado interrumpió. Era “Jerry”, uno de los oficiales encargado del asesinato. Me llevaron a direccion y comenzaron a hacerme un interrogatorio.

"¿Se encontraba alguien más aquella noche junto a ustedes?" dijo el oficial, mientras tomaba asiento y abria su pequeña libreta. 

"No. Eramos solo nosotros." dije recordando aquella noche. La última noche junto a él.

"¿Tienes idea de alguien que pudo haberlo asesinado?" pregunto, bebiendo de su café.

"No." dije mirando al suelo.  Realmente no tenía idea de quien podía haber sido el autor del crimen. Connor era un gran muchacho. Era gentil, educado y muy caballero. Jamás discutía ni se metía en problemas.

Más y más preguntas vinieron. Volví a llorar. Quería que esto sea tan solo una pesadilla. ¿Por que me tenía que suceder esto a mi? ¿Por que a él?

Al finalizar de responder todo lo que el oficial preguntaba salí de la dirección. Varias caras me miraban. Algunos con compasión, otros con cara de burla, ya que mi maquillaje estaba de seguro todo corrido y otros simplemente miraban. Eran once menos veinte, ya terminaría el recreo. Fuí hasta donde se encontraba mi mejor amiga y me senté a su lado.

"Hola Zoe" dije agarrando de su paquete de galletas.

"Hola __, ¿cómo has estado?" preguntó mirándome.

Oh bien, la he pasado de maravilla junto a miles de interrogatorios y policías investigando la escena de un crimen para poder saber quién mató a mi novio, sin embargo, ignoro mis pensamientos y decido responder con un simple "Y... Es complicado"

"No lo dudo..."

Zoe es una hermosa rubia de ojos color verde. Y si bien no tiene un físico perfecto, atrae la mirada de todos los chicos. Es realmente atractiva.

Estaba por decir algo pero el timbre nos interrumpe. Tendríamos dibujo. Es una gran materia, y a mi gusto, mi favorita.

La profesora Ruth estaba parada en el frente del salón. Nos pidió que dibujemos un retrato de algún ser querido. Dibujaría a Connor. Tenía una alta calificación en la materia, por lo tanto, quería decir que dibujaba bastante bien. Me gusta hacerlo. Cuando escojo un lápiz o un pincel y empiezo a trazar líneas y líneas formando algo realmente bonito me produce una gran satisfacción. Siento que estoy en mi mundo. En estos momentos necesitaba estar al menos un rato en mi mundo.

Busqué una foto en mi celular y elegí una que estaba el mirando a su celular, era el día de nuestro aniversario. Minutos antes de que lo mataran. Al pensar eso se revuelme mi estómago. Comienzo a trazar líneas y más líneas. No llego a terminarlo para el final de la hora, pero nadie lo logra, así que agarro la pintura para finalizar en casa. Había avanzado bastante.

Comencé a caminar.  Era hora de ir a casa luego de un largo día. Me sentía demasiado mal y ya quería llegar a mi hogar y dormir hasta el siglo treinta, aproximadamente.

Guardo mi tarea en mi mochila y el resto lo dejo en mi casillero.

Salgo del instituto y emprendo viaje hacia mi casa. Esta quedaba a unas diez cuadras de la escuela. Comienzo a caminar pero algo me interrumpe. Mareos. Otra vez. Ando comiendo mal, y me encuentro muy estresada por esto, así que entre mí digo 'oh vamos __, es solo una bajada de presión', pero al intentar seguir, se me pone todo negro y caigo desmayada al suelo.

Abro los ojos y me encontraba en... Me encontraba en... ¿En donde estaba? Era una sala acogedora. Me encontraba en un sillón color bordó al igual que toda la decoración de la sala. Las paredes eran un tono amarillento y el suelo color madera. El aire estaba prendido y me daba una sensación de comodidad. Todo muy lindo pero sigo sin saber donde me encuentro. Lentamente me levanto. Oigo voces. Abro la puerta y me encuentro con un muchacho en la sala de comedor viendo la televisión. Era un lindo joven de aproximadamente mi edad, alto, con un poco de vello en el mentón. Era atractivo. Llevaba una camiseta color rosada y unos jeans azules. En sus mejillas de formaban holluelos. Se estaba riendo. Algo le causaba gracia y estoy segura que era algo de la televisión. Decido acercarme y hablar.

"Hola..." digo para que se percate de mi presencia en la sala. "¿Podría saber donde estoy?" agrego sutilmente.

"Oh, si. Esta es mi casa. Voy a tu escuela y al irme vi que te desmayabas y decidí traerte ya que mi madre sabe enfermería y bueno. Pero no te asustes. Solo quería ayudarte" dice rápidamente. Su voz es grabe pero dulce. Es muy apuesto.

Otra persona seguramente me hubiese dejado ahí tirada en medio de la calle. Pero él me ayudo. "Muchas gracias....." digo pensando su nombre. Realmente no lo conozco.

"Mi nombre es Liam,  ___, soy Liam Payne, voy a último año. Un gusto"

¿Quién Mató A Mi Novio? - Liam Payne y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora