Chibi Love (Yugi x Mokuba)

Un día aquí, otro allá

-Buenos días mi pequeño ángel- deposito un beso en la frente de Yugi con delicadeza.

-Hola-responde tímidamente aún adormilado- ¿a qué hora te levantaste que no te sentí?

Lo miro sentarse en la cama y tallar sus ojos para despertarse mejor.

-Hace un rato, pero eso no importa, ¿te gustaría desayunar?.

-Si- se levanta dela cama un poco desorientado- déjame vestirme - me dice con una sonrisa mientras se coloca sus boxers, esos que le quite anoche.

-Que lastima que tengas que hacerlo- le digo abrazándolo por la espalda, haciéndolo sonrojar

-Bueno, si quieres me puedo quedar así.-me dice encogiéndose de hombros

-Así?-. Le pregunto asombrado

-Pues claro, solo que toda la gente me vería- esa idea me causa celos- pero no creo que te importe.-me dice eso ultimo con una sonrisa socarrona.

-Claro no me importa-le digo con sarcasmo- obvio que me importa cariño!!- agrego con un pequeño puchero.

Yugi me toma de las mejillas y las aplasta un poco.

-Vamos- me da un beso y continua diciendo- déjame vestir y tu ve a hacer lo que tengas que hacer.- me dice antes de empujarme hasta la salida de la habitación

-Muy bien, intentare no sentirme mal por que me corrieras del cuarto-.

-Aun es incomodo que me mires sin ropa!!!.- me grita Yugi antes de cerrar la puerta de un portazo.

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Estamos en el comedor del hotel desayunando. Y en lo personal aquí la comida y la hospitalidad son de muy buena en mi opinión, por eso decidí que la primera visita de mi ángel a París fuera en este hotel.
Yugi esta  frente a mi con un plato de waffles, y miel en los labios.

-Desayuna muy bien cariño, va ser un día movido- le digo tomando una fresa de su plato y comiéndola.

-Más movido que anoche?- pregunta con una sonrisa, y por primera vez me siento ahogar con el café.

-No tanto- le respondo un tanto apenado, e intentando recuperar el aire perdido.

-Entonces no creo que sea tan pesado- lo escucho decir, antes de comer otro pedazo de waffle.

¡¿Cómo puede decir esas cosas con tanta facilidad?!, dios mio, y lo peor es que me encanta esa nueva faceta de él, aunque sea un tanto cínica.

Las horas pasaban, estábamos caminando por toda la ciudad; y Yugi no dejaba de arrastrarme a todo lugar y local que le llamase la atención. Cuando veo algo extraño, acaso...

-¿Pasa algo Moki?-me pregunta preocupado.

-No nada mi vida- esa cabellera verde...¿podría ser?, no, debo estar alucinando.-¿Qué te parece si vamos a cenar?.

-Si-me responde feliz.

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A la mañana siguiente me cuesta levantarme temprano, después de ir a visitar ayer la torre Effel, pasar a cenar a uno de los mejores restaurantes de París y terminar la noche a las 2 de la madrugada entre las sabanas.

Pero aún tenemos que dar la vuelta el mundo, por lo que debemos apurarnos, empiezo a dudar si sera una buena idea, tal vez a Yugi no le agrade y yo aquí planeando cosas.

No deseo despertarlo, se ve tan lindo recostado sobre mi pecho, pero ni que hacer.

-Yugi- lo llamo mientras muevo con delicadeza su cuerpo, el cual poco a poco se va retorciendo en un intento de quitar todo el sueño de él.-Vamos mi ángel, debemos ir al aeropuerto.

-Cinco minutos más abuelito... puedo llegar a la segunda hora... soy él maestro...no pasa nada- me dice acurrucándoce más y sin siquiera abrir sus ojos.

-¿Y se supone que eres mayor que yo?- digo entre risas mientras ruedo los ojos, a veces no se que hice para merecer un ángel tan hermoso como él.-Vamos cariño- le doy un pequeño beso en su mejilla mientras me recargo en la cabecera de la cama con él sobre mi regazo.-o perderemos el avión.

Lo miro estirarse más dormido que despierto.

-Buenos días cariño, ya tenemos que irnos- su mirada se cruza con la mía, se le ve cansado pero una hermosa sonrisa se muestra con gran brillo.

-Buenos días Moky- su voz se escucha un poco grave, mientras parpadea un par de veces antes de levantarse un poco y dejarme un pequeño beso en los labios.-¿Qué hora es?.

-Son las 7 de la mañana.- mis manos recorren su rostro y bajan en una caricia hasta su cintura.- Se nos hará tarde si no nos apura...

Lo escucho gruñir, interrumpiendo mis palabras.
Su frente esta recargada sobre mi pecho y puedo sentir su ceño fruncido, no logro contenerme y suelto una sonora carcajada.

-¿Qué te da tanta risa?- me pregunta aún enojado.

-Coño dios mio...- susurro para mi divertido, entonces no hago más que abrazarlo con fuerza.

-No es gracioso Mokuba, ¿de que te ríes?- dice mientras con esfuerzo se separa un poco de mi abrazo para mirarme con seriedad, pero no detiene mi risa.

-Lo siento...Es que eres muy tierno...- logro decir entre risas mientras lo miro enrojecer.-No se como te pudiste fijar en alguien como yo- le digo ya más tranquilo.

-La verdad es que yo tampoco se que te vi- me dice en un fallido intento de ser malo, su rostro estaba tan rojo como un faro y su ceño fruncido temblaba ligeramente, ¡DIABLOS!, imposible no amarlo.

-¡JODER!- exclamo mientras lo abrazo nuevamente-¡Eres tan hermoso cariño!.

-¡Suéltame, suéltame!-dice más colorado que antes (si es que eso es posible) mientras luchaba pos zafarse de mi agarre-¡Yo te odio!.-

-Me río ya intentando calmarme.Su rostro esta en mi pecho por como lo abrace, entonces dejo un beso sobre su frente, y deja de forcejear- Yo también te amo cariño.

-Baka...

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LISTOOOOO!!!

ESPERO ESTÉN BIEN TODOS LOS UNICORNIOS Y NO UNICORNIOS.

Me disculpo por la tardanza, pero he estado ocupada y no tenía mucha inspiración,, no me gustaria traerles una kk solo por obligación, entonces hasta que mi corazón me lo permitió acabe este capítulo donde vemos un poco la relación de estos dos tórtolos melosos.

¿Quien es más meloso, Mokuba o Yugi? díganmelo en los comentarios, ya saben que siempre los leo.

Hasta otro cap!!! (/^0^)/