c a e r s o b r e l a m i s m a p i e d r a
Es caer sobre la misma piedra la expresión
de volver a ser lo que haber sido nunca debió.
Como aquello que en un desierto sed le dió
y de aquello que nunca quitársela consiguió.
Aunque no cuenta dióse del horror en el que entró
hasta que de aquel oscuro bosque interno salió.
Ciclos de luna y sol pasaron hasta que lo vió
que de aquello no salir podría en lo que entró.
Atrapóse sin saber en aquel sin-control,
no más la luz como conocía vería del Sol
pues ya todo lo indistinto distinto le pareció,
ya nada como conocía vería como aprendió.
El estupor, el olor o el color, la calor o el pavor,
la migración de horror y pudor no reconoció.
Con tono anormal el color de las cosas vió:
teñirse parecían con el pensamiento del corazón.
Pues con lo dicho y por decir, a ello volvió
ya que sus ojos empañados escondieron el horror.
En la misma piedra como antes explicado cayó
y atrapado en las redes de pensamientos ciegos se quedó.