Sorprendeme ➳ ziam

Prólogo.

Liam únicamente ha escogido este trabajo por el simple hecho que queda en la universidad donde él está estudiando Letras. No es que sea un gran admirador de ordenar libros, inscribir a todo aquel que quiera llevarse uno pero tampoco le desagrada. Los libros en sí son una pasión para él y aprovecha su tiempo libre allí, en la biblioteca de la Universidad de Londres.

Suele trabajar tres días a la semana y pasar mucho más tiempo allí. Él siente que es un lugar donde puede ser él mismo, donde todos se sienten cómodos y nadie molesta ni juzga al otro. Eso es algo que a él le llama mucho la atención y le agrada.

Le agrada conocer a muchas de las personas que visitan regularmente el lugar, tener pequeñas conversaciones acerca de cosas triviales o libros y realmente le encanta el ambiente que se forma allí.

Un día, mientras comenzaba a guardar los libros utilizados en la semana, descubrió como en uno de ellos sobresalía un papel color rosado. Le llamó mucho la atención ya que lo único que suele ver son hojas manchadas con café, escritas con lápiz (aunque no es correcto) o dobladas para señalizar cada vez que se ha leído.

Por simple curiosidad, leyó el título de aquel dorado y muy amplio libro. Sorpréndeme decía en grandes letras blancas contrastando con su portada. Nunca había oído hablar de ese libro, aun cuando hacía meses que trabaja allí.

Liam abrió el libro donde se encontraba la hoja y solamente vio una frase remarcada con resaltador.

"Sorpréndeme adivinando quién soy en realidad".

Él se preguntó que podría significar eso, ¿por qué la persona había marcado eso? ¿Quería que alguien vea este libro y pensara en todo lo que podía significar? Como buen estudiante de Letras no pudo evitarlo y lo sacó de la pila de libros a ordenar. Lo dejó a un lado mientras esas palabras resonaban por toda su cabeza.

A lo lejos, a un par de mesas de distancia, un chico de cabello oscuro observaba toda la escena. Cómo aquel bibliotecario había descubierto lo que él había marcado y como estaba dejando la pila de libros allí y caminaba hacia un sector donde no había nadie con el libro dorado en su mano.