Planes

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El joven de tantas inmersas inseguridades llegó a gritar muchas veces hasta quedar sin aliento. Entre sus frases decía: "Tú y yo no podemos convivir juntos, mi mente se nubla cada vez que estas aquí. Sólo quiero saber qué es lo que me sucede al respirar aire, polvo, y escuchar esa música sádica que penetra mis oídos".

Hola de nuevo, Jovencito. -Le susurró el susodicho circulo.

-Otra vez tú, dime; ¿Que deseas?

-Simplemente vengo a ayudarte en lo que planeas.

-¿Cómo sabes tú que estoy planeando algo?

-Yo lo sé todo, mi pequeño ratón de biblioteca.

A ver sí lo sabes todo dime; ¿Cual es el sentido de la vida? -Preguntó el joven con mucha exaltación.

Te lo diré en tres sencillos pasos, pero primero deberás hacer ciertas cosas para mí. Una de ellas es que tomes tú libreta y escribas un plan de rescate.

¿Un plan de rescate?, A quien tenemos que rescatar. -Dudó el joven.

Sigue las instrucciones sin rezongar. Una vez hecho lo que te dije comienza con la segunda labor.

-¿Cual es la segunda labor?

Arma un plano de una ciudad, ponle un nombre cualquiera. Piensa en ella lo más que puedas, imagina cada centímetro de tierra, cada árbol, cada montaña, cada carretera, cada... La voz rugosa y anciana del afamado circulo cada vez se escuchaba menos. Entre pequeños murmullos terminaba sus oraciones, llegando a esfumarse.

-¡Eyyyy! -Exclamo el joven; A donde te has ido. ¿Cual es la tercera tarea?, No me dejes con tus tareas inconclusas.

Después de un rato, al rededor de cinco minutos. El joven tomó su libreta marrón con un logotipo bastante peculiar junto con su bolígrafo negro y comenzó a redactar un pequeño texto que decía:

"Vamos, ese círculo qué quiere de mí. Un pequeño joven de cabello marrón con apariencia de niño; no percibo como lograré armar ese plan de rescate. Además ni sé a quién debo liberar. Incluso quiere que arme una ciudad, ni que fuese arquitecto."

El joven comenzó a escribir ciertas grafías en desorden, planeando hasta el mínimo detalle de búsqueda. Él sabía que en algún momento sus ideas se iban a organizar. Se le ocurrían muchas epifanías, una de ellas era la de dibujarse a él mismo con un mapa semejante a una ciudad metropolitana. Puesto que, las perdidas siempre se dan allí. Perdidas de personas, objetos e incluso animales.

El círculo va a estar muy alegre con lo que he hecho, es un muy buen paso. -Pensó el pequeño joven.

Lo que él no se esperaba es que el circulo no llegó a aparecer.


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⏰ Última actualización: Nov 24, 2018 ⏰

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El círculo negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora