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Las chicas se reunieron alrededor de una fogata, eran las 4 de la mañana pero ninguna tenía sueño, ya estaban acostumbradas a desvelarse. Ahí es donde debían probar sus primeras habilidades de supervivencia.
—Supervivencia suena muy dramático, al menos trajimos comida, ¿no es así? —habló Reddy.
—¿Tendremos que cazar a los familiares de Nico? —dijo Mei algo triste.
—Sólo hay que hacer fuego. ¿Qué tan difícil puede ser? —soltó Nico.
—A un lado, esto es trabajo para buses —dijo Karu tomando dos palos, frotándolos, pero nada pasó—. Moriremos de frío.
—Tal vez hay que usar algo más grande, como una tabla —aconsejó Anni.
—¿Te refieres a ti misma? No creo que funcione —le respondió Reddy.
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—Es hora de que una adulta responsable se haga cargo de esto —dijo Reddy acercándose al montón de leña—. Olvidé que me hice la manicura antes de venir. No puedo.
—¡¿Y eso qué?! ¡Estamos en un bosque, no fue necesario! —le gritó Mony.
—Yo empaqué fósforos, ¿creen que sirva? —preguntó Lin.
Las 8 se reunieron alrededor de la fogata. Mony recordó una escena de una película y se lo comentó a las demás.
—También relataban historias de terror.
—¡Yo tengo una! Se trata sobre una pasiva que se cree versátil —dijo Anni.
—¡Detente! —gritó Karu tapándose los oídos.
—También hay un monstruo devorador de nutrias —volvió a hablar Anni sonriendo maliciosamente.
—¿Segura que no era yo? —dijo Jesu.
—Ya para —pidió Nico con algo de miedo, aferrándose a Jesu.
—Yo tengo una que si da miedo —Jesu preparó su voz—. Cuenta la historia sobre 6 chicas en medio de un bosque...
