Pequeños fragmentos

El dolor de uno mismo

Sientes como algo de tí se destroza, se rompe en pedazos, sufres de la impotencia en silencio, sientes la necesidad de soltar todo este mal trago pero no puedes. Y piensas, ¿quién querría escuchar mis problemas? al fin y al cabo son míos y a nadie le interesaría saber de ellos, cada uno ya tiene que lidiar con sus propios problemas como para pararse a escuchar lo de los demás.

Por eso mejor callarlos, guardarlos para tus adentros y llorar silenciosamente en la oscuridad de la noche aunque no sea lo más sano, pues dicen que no es bueno guardarte las cosas entrarías en depresiones y todas esas enfermedades mentales que te van desintegrando poco a poco cada día, pero la realidad es que quien mejor te conoce y entiende es uno mismo.

Llevas el día a día como puedes intentando mostrarte una persona fuerte de la cual no le preocupa nada y todo parece controlarlo a la perfección, das tus mejores sonrisas como si fueras una de esas actrices de hollywood tan codiciadas por la sociedad, aunque sientas que en lo mas profundo de tu interior cada esfuerzo de esas sonrisas te rompen el alma en billones y billones de pedazos.

Pero como dicen, la mirada es el reflejo del alma y en ellos no puedes disimularlo, mostrando así una mirada triste, debastada, llena de amargura, y eso lo refleja todo, expone en tí toda la agonía que llevas en el interior de tu ser.