Exponiendo nuestro ser

INTRODUCCION (parte 1)

Las noches son oscuras como siempre, el viento no deja de silbar, no es exactamente una gran descripcion de un lugar donde pueda nacer un bebe. El lugar en si tiene su parte terrorifica, imaginate estando en un lugar desolado, sin ruido, sin personas cerca para que te escuchen si algo te pasa, un lugar tenebroso donde a nadie le gustaria visitar o siquiera pasar cerca de el lugar, pero aun haci, una mujer no tan joven ni tan vieja se encontraba caminando en medio de este tenebroso bosque sabiend que ella estaba esprando un hijo de alguien irreal. Su historia de el por que esta embarazada es un misterio, en el pueblo de donde proviene, se rumora que ella es una diosa, enviada de el cielo a dar a luz a un ser que pueda salvarlos de la terrible invacion de los hombre lobo, unas bestias que solo buscan destruir tribus enteras contal de conseguir comida y refugio, pero tambien existen los malos rumores, la mayoria de las personas rumoran que ella es un demonio, una persona sin sentimientos que solo llego a su pueblo a dispersar el mal dejando un hijo o una criatura malevola para que haga tratos con los hombres lobo y convertirse en uno de ellos por cambiar la vida de las personas que viven en ese pueblo y ser el lider.

Nadie sabe cual de los rumores era real, lo unico que conozian las personas de el pueblo es que ella esperaba un hijo. Solamente eso, una criatura, nada especial, algo comun en el pueblo. Lo raro de ella es que no hablaba con nadien, todos pensaban que era muda o que le disgustaba hablar con las personas. Los hombres de el pueblo decian que nunca la habian visto con alguien, salir con alguien, hablar con alguien, era un verdadero misterio el cual ella estaba embarazada. Era raro que esperara un hijo de el cual, las personas de el pueblo no conocian o hayan visto que tratara de ligar con ella. Al poco tiempo, las personas de el pueblo empezaron a sospechar que tal vez se tratara de que algun hombre lobo haya embarazado a esa mujer. Unos trataron de preguntarle, pero claro, no obtuvieron respuesta alguna. Al cumplir con los casi 9 meses de embarazo, la mujer presentaba contracciones y simtomas de parto. Las personas que creian que era una diosa estaban felices de que ya iba a nacer su salvador y lider, pero las personas que pensaban que era un demonio trataron de atraparla y asasinarla para romper la maldicion que habia traido al pueblo.

Aunque las personas de el pueblo pensaran que ella no tenia sentimientos, ella los preservaba. No los exponia a las personas por que ella se preocupaba por lo que ellos pensaran de ella. Al unico ser que exponia su verdadera forma de ser era a Martimus, el lider de el clan de los hombre lobo. Todas los dias, a media noche, ella iba a el rio Clift, el rio mas cercano al pueblo, Martimus sabia que ella estaria esperandolo alli. Al encontrarse los dos, ella no guardaba sus sentimientos ni su personalidad, al contrario, ella trataba de sacar conversacion con el. Tal vez era el primer ser quien la entendia y pasaba la mayor parte de el tiempo. Al pasar el tiempo, ellos llevaban una relacion a secreto de modo que nadie sabia a excepcion de el resto de el clan. Un dia, la mujer fue al rio nuevamente como de costumbre, pero en lugar de que Martimus fuera, Jeff, uno de los compañeros y mejor amigo de el fue.

M -En donde esta Martimus, Jeff?-
J -Este.... Como lo puedo decir, Martimus.... Cayó en una enfermedad el dia de ayer y... Como en nuestro clan no tenemos pociones para eso... El...-
M -Esta..... Muerto?!-
J -Lamentablemente si mujer, en verdad lo siento que no pudimos salvarlo...-

Las palabras resonaban en su cabeza, no podia creerlo. El dia de ayer ella lo habia visto en buena condicion no se le notaba alguna molestia. Despues de que Jeff le diera la noticia, la mujer quedó anonadada y regreso a su pueblo, aunque tuvo que reprimir su sentimiento de angustia y dolor que sentia en ese momento. De repente, la mujer cayo sobre sus rodillas a causa de un fuerte golpe que sentia en el vientre, un hombre que estaba cerca se percató de lo que le estaba pasando aunque el era una de las personas que pensaba que ella era un demonio, haci que no le tomó inportancia y regreso dentro a su casa. Al oirla gritar, el hombre se quedó cerca de la puerta al ver que es lo que iba a hacer pero veía que no paraba de retorcerse sobre el suelo mientras sostenia su vientre, el hombre empezó a dudar si ayudarla o no hasta que la mujer se da cuenta de que el hombre lo estaba observando y con un rostro de dolor lleno de lagrimas dice: "Por favor... Ayudame..."
Al ver el rostro de la mujer y escuchar las primeras palabras que salieron de la boca de ella, el hombre se exaltó y se apresuró a llegar hacia ella y tratar de llevarla en sus brazos a su casa. Al llegar al cuerto de el hombre, el la recuesta en un pequeño pedazo de tela que estaba ya en el suelo de su casa, la mujer reprimia sus gritos para no ser descubierta y con dificultades trataba de pujar lo mejor posible por que naciera la criatura.

Como el hombre despreciaba y odiaba a esa mujer, el permanecia alejado de ella tratando de no tener ningun contacto con este "demonio" que el tanto llamaba. La mujer le rogaba al hombre que tratara de que al menos el recibiera a la criatura o ayudarla a dar a luz, el hombre se reusó bastantes vezes hasta que por fin acepto en ayudarla. Con una actitud de desprecio y un rostro de repugnancia, el hombre sostuvo lo que el llamo "El demonio" . Una hermosa criatura, una linda niña, un ser que en el momento que respiró empezo a ser odiada por el hombre que la sostuvo por primera vez. El hombre no lo pudo contener y le dio la criatura a la mujer, un rostro de asco y desprecio inundo la mirada de el hombre. La mujer que con la poca fuerza tenía sostuvo a su hija, un ser hermoso al igual que su madre, unas caracteristicas de un lobo siberiano de color café oscuro identicas a las de su padre y unos enormes ojos azules en combinacion de su madre y padre. Una criatura que ella consideraba divino y hermoso pero, en el rostro de el hombre se podia notar el odio que tenia por ambas y podia decifrar lo contrario a lo que ella pensó, un ser horrendo al igual que su madre, unas caracteristicas al igual que las bestias espantosas de los hombres lobo, y unos ojos disgustantes e inusuales en el pueblo. La mujer tuvo dificultades al dar a luz a tal ser divino y hermoso que en cualquier momento su vida dependia de ello, la mujer sabia que tal vez le quedaba poco tiempo y que su hija no iba a poder encajar en este pueblo que, sin lugar a dudas, fue un lugar donde su madre fue odiada y despreciada por la mayoria de las personas. Ella sabia que este no era el lugar donde ella pertenecia, pero existia un lugar donde si iba a encajar y ser aceptada perfectamente.

M -Tomala... Llevatela y dejala a la orilla de el rio Clift, no quiero... Que ella se quede... Aqui por favor...-

El hombre se nego a la peticion de la mujer, pero tuvo la idea de que si se desacia de el "demonio", su peblo podria a ser liberado de la maldicion de los hombre lobo y no tendrian mas problemas con ellos. Al tener esa idea en la cabeza, el hombre acepto rapidamente, pero al tiempo que el tomó a la criatura, la mujer dejó caer sus manos como si no tuvieran fuerza alguna y el hombre se sorprendio al ver que la mujer ya no estaba respirando, su rostro quedó con una pequeña sonrisa junto con una lagrima que transmitia la luz de la luna con tanta fluidez y que recoria su mejilla entera como un rio en medio de un desierto. El hombre no soportó contoner una risa malvada y macabra, como si hubiera matado una plaga que no lo dejaba respirar por mucho tiempo, como si un peso de encima se hubiera desvanecido de el. El hombre se apresuro a llegar a la orilla de el rio, no dejaba que su sonrisa macabra se desvaneciera de su rostro. Al regar a la orilla, el hombre dejo plasmada a la pequeña criatura entre unas raíces de un gran arbol que se encontraba cerca de el rio. Al dejarla en el suelo, el hombre se retiraro para ocuparia de el cuerpo de la mujer. Detras de el gran arbol se encontraba Jeff y no pudo contener la ira que sentia en ese momento al ver como un ser como ese pudiera dejar una criatura en medio de la nada sin nada de vestimenta, haci que decidio salir de la sobra que lo cubria y se acercó sigilosamente al hombre. Las grandes garras de Jeff atravesaron el cuerpo de el hombre como si no fuera nada para el, no hubo arrepentimiento en su rostro, solo un rostro de enojo y alivio a la vez. Jeff se acercó a dar un vistazo a la criatura que habia dejado el hombre y al ver al pequeño ser, un golpe de memorias de Martimus atravesaron la mente de el, el mismo color de pelaje al de su compañero de el alma y mejor amigo. Era la viva imagen de el, una lagrima traicionera salió de su ojo y no soporto verla en el suelo haci que se apresuró a recogerla y acurrucarla entre sus grandes brazos peludos. Jeff se dirigió a el lugar donde su clan lo esperaba, estaban a punto de marcharse para ir a otro lugar donde pudieran conseguir comida y un lugar donde quedarse a vivir temporalmente. Al llegar a su clan, Jeff trató de llamar la atencion de todos sus compañeros de manera que pudiera presentar a el nuevo integrante de su manada.

J -Escuchenme todos! Tengo algo que decirles! Ayer, nuestro gran lider Martimus murió, pero eso no significa que tendremos que lamentar su muerte. Entiendo que fue una gran perdida, el era mi amigo y lo extrañaremos todos, lo se. Pero el en realidad sigue con nosotros, está en nuestras mentes y corazones y tengo en mis brazos a su progenitor al liderazgo. Es aun pequeño pero como la manada que somos, le daremos el mejor entrenamiento para que crezca y se convierta en el mejor lider. Por el momento, yo sere su guardian quien la protega y cuide hasta que tenga la edad suficiente para que lidere este clan. Tal vez en nuestro camino vayemos a tener encuentros no tan amigables haci que les pido que la protegan como si fuera su propia hija. Ella será, nuestra Kiara.-