CARTA A UNA RENUNCIA

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Aunque muero por estar contigo, decirte las miles de cosas que siento por ti, me abstengo, porque sé que un nosotros no va poder ser, no soy tu complemento, quizás este ser humano que tiene tanto para dar no alcanza a llenar tus vacíos y créeme que eso es entendible.

Buscamos un amor en sueño, ese con el que podamos contar, concebir, que cada segundo que pase uno se sienta protegido, que todo lo que se haga sea digno de admiración para ese cómplice que todo de ti le agrada, le da la felicidad. Tenia tanto para darte, tanto que enseñarte, quería recorrer el mundo contigo tomado de tu mano, pero deserte dejando todo lo que estaba construyendo para ti en el olvido.

Después de una temporada de magia, tu comienzas a alejarte de mi poco a poco, mi dolor fue insoportable no entendía que había hecho mal, si todo iba tan bien. Así recorrían los días, tan frívolos y secos, llenos de una lejanía que deseabas tener, querías apartarme de tu vida y aunque yo lo apreciaba no me atrevía a ser el que tomara la iniciativa de parar con esto, hasta que una tarde tuviste el coraje de hacerlo, si bien ya me venía preparando para tus palabras de un no puedo continuar, la verdad no me fue suficiente, me faltó tiempo para asimilar la situación y, si, caí en un hoyo de dolor donde los cuestionamientos me retumbaban en la cabeza ¿por qué me enamore así, por qué te entregue tanto si sabía muy en el fondo que tu no estabas del todo comprometida conmigo, por qué no solo te pude ver como una gran amiga, por qué tenias que ser tan bonita, tan dulce, tan única, tan importante, por qué no te borraba de mi mente de una vez por todas, por qué no era del todo suficiente para ti, por qué no podías comprometerte conmigo, el que solo quería lo mejor para ti?

Estando ya todo terminado entre nosotros, alejado del mundo entero, se podía observar como este se empeñaba en acercarse a mí con sus comentarios mal intencionados por parte de terceros, los cuales volvían a llegar como desde la vez que comenzamos andar. Me volvían a preguntar si seguía contigo, mi respuesta era un "no" que se perdía en el cólera de los más profundos sentimientos, después de mi respuesta llegaban las acotaciones de felicitaciones por haber salido de ese vínculo contigo ya que tu seguías siendo una mujer con una libertad sin límites, que ya tenías un nuevo romance, pero como desde un principio los ignore dejándolos a la intemperie. De nuevo me negaba a creer en esas acusaciones sin ninguna base, y me resignaba a quedarme con lo que percibí de ti desde que te trate, una mujer autosuficiente, con un talento impresionante y un corazón gigantesco.

Fue cuestión de tiempo para salir de aquel socavón y poder asimilar que las cosas pasan por algo y que solo tengo agradecimientos hacia contigo por enseñarme lo realmente importante en la vida. Siguen pasando los días y con ellos mi disposición a continuar y cumplir con una de nuestras promesas, la de a pesar de todo prevalecer con nuestra amistad, aún no logro verte solo como una amiga, se que un día lo conseguiré, en el momento estoy deseándote lo mejor, deseando un día encuentres a esa persona con la que seas una. Recuerda todas mis palabras, en especial las de que mereces que te traten como una doncella, que vivan para ti y por ti. Te quiero mucho, espero un día verte, acercarme a ti y reírnos de felicidad de que hubo una época que aunque corta hiciste que se descubriera lo bonita que puede ser la vida al lado de alguien que se estima con lo mas profundo de su ser, un abrazo mi querida señorita.

CARTA A UNA RENUNCIAWhere stories live. Discover now