Capítulo tres

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—¿No piensas entrar?

—Sí —Katsuki entró a la habitación de su novio—. Sabés, me a estado rondando una pregunta por mi mente, tiene que ver con nosotros.

—¿Qué clase de duda tienes Kats? —Cuestionó curioso el bicolor, se estaba empezando a poner nervioso, estaba nervioso de que el científico hubiera mentido y Katsuki si recordará absolutamente todo.

—¿Por qué seguimos ocultando nuestra relación? —Pregunta mientras se sentaba en la cama del mitad albino.

Soltó un suspiro de alivio, pensó que era la pregunta era algo peor, bueno al menos después de todo Tamura no era un mentiroso.

—Acordamos que era lo mejor, especialmente tú estuviste de acuerdo; pero no me molesta, mientras te sientas cómodo. —Camino dónde yacía sentando el rubio.

El bicolor tomó asiento al lado de Bakugō.

—Shōto... Ya no quiero ocultarlo más, quiero que todos sepan lo mucho que te amo. —Habló Bakugō mientras se abalanzaba a  abrazar a Todoroki

—¿Estas seguro?, sabes que yo no haría algo con lo que te sientas incómodo. —Dijo Todoroki rodeando a Katsuki por la cintura y pegando lo más a él.

—Sí, estoy seguro. Te amo y quiero que todos lo se enteren de ello, no hay porque ocultarlo más. —Paso sus manos por el cuello de Shōto, se acercó más a él y le dió un cortó beso.

No lo quería decir en voz alta pero aún así se sentía una incomodidad con esa personalidad del rubio, estaba tan acostumbrado a un Bakugō explosivo que ahora el ser tratado con tanta amabilidad se sentía raro, esperaba que pronto volviera el otro Katsuki.

—Esta bien, así lo quieres, les diremos a los demás. —Correspondio aquel tan fugas beso, y poco a poco se separó de el chico de cabellos rubios—. ¿Te quedarás a dormír?

El de ojos rubís sólo asintió en una forma de repuesta.

Después de eso ambos chicos se fueron a dormí, mañana sería un largó día y no querían quedarse dormidos en clases, así que se fueron al futón que tenía Todoroki en su habitación y se acostaron en este. Bakugō puso su cabeza en el pecho de Todoroki y este paso sus brazos por cintura de Katsuki, la cintura de Katsuki era tan delgada y fina, era mucho mejor que la de cualquier chica.

—Buenas noches Sho-chan.

—Buenas noches Kats.

Con aquellos deseos de buenas noches ambos cedieron ante los brazos de Morfeo.

[...]

El sol se empezaba a filtran en la habitación de Todoroki, dando a entender que ya había amanecido, no tardó mucho para que la alarma empezará a sonar, con pereza ambos chicos a abrieron sus ojos y lo primero que pudieron apreciar fueron sus ojos.

—Buenos días amor. —Saludó con una sonrisa mientras le da un beso en los labios del bicolor.

—Buenos días Kats.

Los dos chicos se miraron y se regalaron  una sonrisa, el Katsuki de antes hubiera mandado a Shōto por un tubo. Se levantaron y los dos tomaron una ducha juntos, al salir ambos empezaron a alistarse, Shōto le dió a Katsuki uno de los uniformes que tenía en su cuarto, ya listo salieron de la habitación y se dijieron a su aula, Bakugō tomó la mano del Todoroki y así empezaron a caminar en un silencio bastante cómodo.

Al llegar todos los miraban sorprendidos, por lo que sabían ellos no se llevaban muy bien, hasta podrían jurar que ambos eran rivales.

Ninguno se atrevía a preguntar que pasaba, por miedo a que el oji rubí les explotara la cara, hasta que el valiente de Kirishima se animó a preguntar.

—B-Bro, ¿por qué Todoroki y tú están tomados de la mano? ¿Acaso están en una relación? —Dijo nervioso el pelirrojo.

—Asi es Kiri, Shō-chan y yo ¡Somos novios! —Exclamo feliz y se lanzó a los brazos de su novio.

—¿Desde hace cuanto están saliendo? —Cuestionó la pelinegra

—Desde hace 5 meses. —Contestó el chico heterocromico, sosteniendo a Katsuki de la cintura ya que este abrazaba con fuerza su cuello, no quería que Bakugō fuera a caer.

Ante lo mencionado se formó un gran silencio,  los estudiantes estaban procesando lo que acababa de decir sus compañeros; sabía que ellos se odiaban o al menos eso creían, nuevamente Kirishima fué el que rompió el tan incómodo silencio.

—Felicidades a ambos, me alegro por ustedes. —Dijo el dientes de tiburón con una sonrisa amable dirijada hacia ambos, se sentía feliz por ellos.

—Muchas gracias Kiri.

Así todos los de la clase los felicitaron por su relación. La llegada de su profesor fue lo que interrumpió las felicitaciones, al esté todos tomaron asiento para empezar las clases.

¿Funcionó? [Todobaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora