Ya habían pasado años desde que voy a pescar con mi padre, cada día desde que amanecía yo me emocionaba y lo despertaba siempre a las 6 de la mañana. Siempre iba corriendo emocionada con su desayuno, normalmente era algo que yo misma había creado, era muy buena haciendo nuevos platos y a mi papá le encantaban. Después de que se alistaba íbamos al carro, él creo un compartimento secreto debajo de los asientos para que yo fuera. Mientras pasábamos por la ciudad yo poco a poco conocía más las vidas de las voces que yo escuchaba cada día. Él barbero se llamaba Richard, tenía 4 hijos y su esposa era la encargada del salón, Susan, los 2 vivían bien pero les costaba mantener a sus 4 hijos. Luego estaba el panadero, Ben, el cual tenía una dulce esposa pero la vida no fue buena con ellos y nunca les dio hijos. También está Jessica, la hija del alcalde, la cuál ahora vive sola debido a una pelea que tuvo con él, ella iba todos los días a la panadería por la hora que el carro de mi papá pasa por ahí.
Después de pasar por el pueblo íbamos al barco, el cual era cómo mi segunda casa, ahí tenía ya hasta mi propio cuarto pequeño. Cada día ha sido igual, mi papá suelta la red y mientras yo le conseguía cualquier pez que encuentro, se los daba todos, eran muchos y hermosos. Después de que yo jugaba en el mar y le divertía, mi papá me secaba y luego me abrazaba, me encantaba sentir el calor de su abrazo. El día terminaba después de que vendía casi todos los peces y llegábamos a la casa, los 2 preparabamos la comida juntos y nos divertiamos haciéndolo. Por último él me dormía contándome las historias de marineros.
Cuando yo tenía 8 años la hermana de mi papá se enfermó, un día se desmayó y cuando llegó el doctor dijo que ella no iba pasar del mes de vida. Era una señora viuda ya que su esposo murió cuando iba navegando en una tormenta. Mi papá desde esos días después de ir a pescar iba a visitarla. La tía Emilia siempre era feliz cuando él iba a acompañarla, le daba algo de vida ver a su amigo de la infancia. Yo me quedaba en el carro y a veces me asomaba a ver su hermosa pero antigua casa de un color celeste y techo blanco. A lo lejos se escuchaban niños jugar, yo sabía que eran sus 5 hijos, yo no sabía cómo podía tener tantos.
Así pasaban poco a poco sus días hasta que llegó la semana antes de su posible muerte, papá al saber que su muerte era inevitable decidió hacer algo diferente. Al salir a hablar con ella decidió llevar una canasta algo grande. Entonces luego le dijo:— Emilia, ¿cómo pasaste el día de hoy?
— Cómo cada día, viendo desde mi ventana el manzano, cómo sus manzanas van creciendo, el nido de pájaros con sus bebés recién nacidos y vigilando que mis traviesos no hagan nada peligroso.
Después de eso papá le mostró la canasta — Hoy decidí que ya era hora de mostrarte uno de mis secretos.
— Martín, después de tantos años juntos. ¿Qué secreto me guardaste?
— Hace 7 años hice algo que mi yo joven nunca hubiera hecho, había acogido a una bebé huérfana, desde entonces la he cuidado en secreto ya que mostrarla a los demás podía ponerla en peligro, pero supongo que al final te lo tenía que contar
— ¿Me estás diciendo que traes una niña de 7 años ahí? ¿Cómo podría serle tan peligroso mostrarla a la gente?
— Ver para creer hermana — así abrió la canasta y yo me encontraba metida en la canasta, con un nuevo vestido rozado que me hizo.
— Hola tía, soy tu sobrina, me llamo Elizabeth y siempre te había querido conocer.
Primero ella no decía nada intentando comprender que estaba frente a ella, pero vio algo que hasta ahora nadie volvió a ver de mi, sintió que mis palabras eran algo bonito, dadas a vida por la felicidad de interaccionar con alguien — Oh, hola Elizabeth, así que eras el secreto de mi hermano, he sido tía y nunca me enteré. Es increíble ver alguien cómo tu.
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Fisher's Island
FantasyEl pasado a veces es difícil de recordar, más si fue lo único bueno que te pasó. Esta es la tragedia de un ser que perdió quienes la comprendían y como fue perseguida por el resto de su vida.