"Camino de Rosas"

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Nota: Un año ha pasado y eso significa que… ¡la semana SouEri/SoRina 2018 ha llegado! No sé si pueda participar toda la semana, pero espero que lo que comparta, sea de su agrado. En este escrito “BLUE” sucede en su último año de preparatoria. Perdonen el OoC y les advierto que no me hago responsable de las caries que esto les pueda causar :D

{Prompt/Tema #1: Roses/Rosas}

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Naranja.

El ceño de Erina se frunció al ver aquella única flor sobre su escritorio. Habían pasado unos meses desde que BLUE se había llevado a cabo y, aunque Asahi-san seguía intentado conquistarla, sus arreglos florales siempre solían ser… exuberantes (casi tanto como su extraña personalidad), así que el detalle de una simple flor la sorprendía.

Tomó asiento detrás de su escritorio, examinando la misma. No pensaba que fuera por parte de Asahi-san. Usualmente él le regalaba ramos de rosas rosadas o rojas, dejando muy en claro sus intenciones. Pero aquella era una rosa de color naranja.

No que ella no hubiese visto de las mismas antes, pero jamás había recibido alguna y de algún modo se sentía vagamente intrigada.

Sujetando la misma entre sus dedos, dándole vueltas con suavidad mientras la examinaba, pensó en llamar a Hisako para preguntarle sobre el origen de la flor, cuando se percató que había una sencilla tarjeta donde antes había estado la rosa.

La tomó con cuidado y empezó a leer, su entrecejo frunciéndose al reconocer aquella letra con la que se había familiarizado en demasía aquellos últimos meses, aquella letra un poco separada pero firme le resultaba inconfundible. Sintió el rubor subirle por el cuello al leer la nota y su firma al final, confirmando su sospecha.

“¡Hey Nakiri! Gracias por apoyarme durante BLUE, también felicidades por haber sido seleccionada para ser parte de la WGO… ¡Que no se te suba a la cabeza porque aún así, no olvides que un día haré que digas “delicioso”!”

Yukihira Sōma.

E-ese idiota…, llevó una de sus manos hasta su rostro, sintiéndolo caliente. Si tenía tiempo para estar buscando flores y escribir notas con aquella horrible letra, esperaba que tuviera aún más para concluir todo su trabajo como primer asiento.

Mordió su labio inferior con suavidad. De nada valía preguntarse cómo había logrado entrar a su oficina, porque los guardias nunca podían detenerlo y, aunque aquello era algo tan atípico de la personalidad del pelirrojo, se sentía más feliz por haber recibido aquella simple rosa naranja que todo el jardín de flores que Asahi jamás le había entregado.

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Amarilla.

Durante aquellos años había recibido infinidad de arreglos extravagantes con flores exóticas, pero ninguna le había causado la misma impresión que aquella sencilla rosa naranja que había recibido años atrás en el término de su tercer año de preparatoria.

Así que no pudo evitar el sentir que algo saltaba en su estómago cuando vio aquella única rosa amarilla en el centro de su cama de hotel. No quería hacerse ningún tipo de ilusión, después de todo, eran contadas las ocasiones en las que sus caminos habían vuelto a cruzarse luego de salir de Tōtsuki y él no tenía motivo alguno para hacer aquello.

Dejó el abrigo que llevaba en su antebrazo al borde de la cama y se inclinó para tomar la rosa de un vibrante color amarillo, sintiendo su corazón latir velozmente al ver la nota junto con la misma.

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