Yo sei que no puedo obligarte a quedarte y ahora no me queda nada mas que ser alma penitente esperando tu regreso. Imagino que estamos dados al error, reina mía, que corrompes al cero con el desorden mínimo del uno y juntos los dos somos solo entropía. Eres dueña del caos que me provocas y eso te vuelve pecadora, llevando el pecado originario de quien todavía ama pero quiere extinguir la llama. Fiel como un sabueso a tus pies eternamente postrado a mí siempre me has tenido y ahora que te has ido rezaré por tu bien estar y tu descanso y porque algún día vuelvas a mi lado. Sin tu a mi lado estoy vivo sin estar viviendo, en rosas marchitas y lagos ya vacíos yo busco tu reflejo. Tu voz suena como una sinfonía en el viento, yo pienso en ti al final de cada tarde y al inicio de un novo día donde nace la poesía.
No se si darme por vencido o esperar hasta que me digas "te he extrañado, mi vida."
