"El Hijo De Cristian Grey"

P r ø l ō G º

Las luces estallaban en la ciudad de Nueva York.

Gritos de fans locas inundaban las calles , esperando a las celebridades que llegarán a la subasta que se haría en aquel lugar.

Las personas estaban desesperadas por ver a sus más grandes ídolos pasar por la alfombra roja, y qué decir de los paparazzi.

—Todo el mundo espera con ansias al gran Cristian Grey y su familia para la gran subasta. Estamos orgullosos de decir que el Sr, Grey, ha sido un hombre solidario que piensa siempre en los demás—decía una reportera enfrente de la cámara con un micrófono en mano— y aquí podemos decir que ya han llegado!

La multitud enloquece cuando llega una limusina color negro, baja el chofer para poder abrirle la puerta del vehículo.

Cuando la abre , se ve salir un hombre barbudo con traje negro , y detrás de él unas hermosas piernas blancas se dejan ver. El hombre ayuda a la mujer a bajar de la limusina.

—Hay vienen! Damas y Caballeros! El Señor y la Señora Grey!!!—dice la reportera y se escuchan gritos , junto con las luces de las cámaras de los paparazzi.

Empiezan a saludar a la multitud, comienzan a caminar, pero la puerta del vehículo aún no se cerraba

Ya que ellos no eran los únicos.

—Y detrás de ellos...sus adorados hijos!—dice y tres pequeños bajan del vehículo.

—Los mellizos! Mattias y Amelie!

Los niños saludan a las personas, sus cabellos son castaños junto con sus ojos. Lo dos son de piel morena como su padre. Mattias llevaba un pequeño terno azul, en cambio su hermana llevaba un lindo vestido color turquesa junto con un pequeño listón.

—Y el pequeño Cristopher detrás! Que tierno es!

El último Niño se ve es más bajo , sus cabellos son rubios , sus ojos azules y su tez más pálida, como su madre. Él llevaba un pequeño terno negro como su padre.

—Que hermosa familia! Les contaremos más de la subasta después de los comerciales!—dijo y dio la señal de cortar la transmisión.

Dentro de la subasta , todos los adultos invitados fueron a la gran sala.

Mientras que unos pequeños esperaban en el baño.

—Hermano! Quiero irme!—decía el pequeño Cristopher.

—No podemos irnos y lo sabes —le responde su hermano mayor—debemos estar aquí apoyando a mamá y papá, no lo olvides.

—Quiero irme a casa...—dijo el pequeño con sueño.

Ya terminada la subasta, la familia vuelve a su hogar en la limusina con su chofer , la mansión en la que vivían quedaba un poco fuera de la ciudad , al llegar todos entran.

—Ya por fin terminó—dice Amelie quitándose su listón .

—Estoy cansadooo—decía Mattias.

El pequeño Cris iba en los brazos de su padre ya que se había quedado dormido , lo lleva a su habitación y lo deja tranquilo.

Sus hermanos traviesos entran a verlo, ellos apreciaban que su hermanito menor fuera tan tierno.

—Que tierno eees!—decían lo dos.

Años después.

—Chico has esa pose —decía un camarógrafo con su cámara en mano—eso! Has otra!